miércoles, 29 de septiembre de 2010

Teórico Nº 18: Los diseños del amor

UBA FADU DISEÑO DE INDUMENTARIA DISEÑO TEXTIL

COMUNICACIÓN Y CRITICA SEXE
CURSO ANUAL 2010
1º de octubre






TEÓRICO Nº 18


Los diseños del amor






Guías de lectura


“Los diseños del amor”
capítulo 14 de DISEÑO.COM


1. El amor como subjetividad


2. Subjetividades de amor.


3. Amor y comunicación.


4. Baudrillard y Barthes para ingresar al tema del amor.


5. Del amor se puede decir “todo”.


6. Un pequeño punto de la nariz.


7. Modos Comunicacionales.


8. La relaciones de comunicación.


9. El amor: lo poético.


10. El amor: homólogo, interpares, etc.


11. El amor: invención incesante en el tiempo.


12. Malentendido.


13. Bieentendido.


14. Construcción cultural


15. Discurso Amoroso: las Funciones del Lenguaje.


16. Discurso Amoroso: las Figuras del Mito.


17. La pareja: vínculo oxímoron.


18. Amor y Epistemología. Amor y Poder.


19. “Brevísima epistemología”


20. El amor funcionalista: las cuantificaciones del amor. El debe y el haber amoroso.


21. El amor estructuralista: lo vincular, el nosotros inclusivo. Estructural y Estructurado.


22. El amor como devenir: el concepto de “devenir”. El amor como constructo.


23. El Discurso Amoroso y “su” Diseño: El diseño amoroso.


24. Historia del Amor. Amor y matrimonio. Amor y pareja. Circunstancias históricas.


25. Perspectiva histórica y cultural del Romanticismo.


26. Religiosidad y Deseo.


27. El cruce en el Cuadrado Semiótico: “otros” cuatro modelos.




Fragmentos de un discurso amoroso
Roland Barthes
Módulo 2



EN LA CALMA TIERNA DE TUS BRAZOS


1. El abrazo (definición)


2. “estamos en el sueño, sin dormir”


3. “incesto prorrogado”


4. surge lo genital: la lógica del deseo


5. dos sujetos a la vez: maternidad y genitalidad.


6. La saciedad: la contracción y contradicción de los dos abrazos.






UN PEQUEÑO PUNTO DE LA NARIZ


1. Alteración (definición)


2. Una marca ligera, mas una clara marca de corrupción


3. Un punto que vincula a l otro con un mundo “simple”.


4. alteración de la imagen: vergüenza por el otro


5. la imagen mezquina


6. “una relación de calidad”


7. el lenguaje, sobre todo, por el lenguaje


8. los lenguajes que “otros” le prestan


9. deseo, respecto de un tercero (no celoso)


10. La imagen de otro es, entonces, otro, un extraño


11. El deseo “loco”


12. El reflujo de la imagen.






LOS CELOS


1. Celos (definición)


2. Los celos: discurso del Otro.


3. “no soy el único”.


4. “sufro dos veces”


5. Ser celosos es algo propio.


6. Celos: burgueses, feos, etc.


7. “sufro cuatro veces...”






“QUIERO COMPRENDER”


1. Comprender (definición)


2. ¿Qué se piensa del amor?


3. Reparar en el proverbio chino que se cita.


4. Querer comprender.


5. El grito del amor.


6. No interpretar más...


7. ¿La “ciencia de los lapsus” puede descubrirlo?







EL CUERPO DEL OTRO


1. Cuerpo (definición)


2. El cuerpo propio y el “otro cuerpo”


3. Escrutar: desarmar, investigar, etc.


4. Fetichizar


5. La fascinación: el extremo del desapego.


6. “Leer sin comprender” , la causa de mi deseo.






“ESTOY LOCO”


1. Loco (definición)


2. La “locura” de amor.


3. El amor vuelve como loco.


4. La locura, despersonalización.


5. La locura de amor: consistir.


6. Enamorado: ser asocial.






AMAR EL AMOR


1. Anulación (definición)


2. “para que traslade mi deseo”


3. “es mi deseo lo que deseo2


4. “sufro al ver al otro (que amo) así disminuido...






LA CONVERSACIÓN


1. Declaración (definición)


2. El lenguaje es una piel...


3. Doble contacto: “yo te deseo” y “acaricio”.


4. Hablar morosamente es...


5. No es posible hablar de amor, salvo...


6. Nadie tiene deseos de hablar de amor si no es por alguien.






EL MUNDO ATÓNITO


1. Desrealidad (definición)


2. “El mundo está lleno sin mí” (“en un acuario”)


3. “Vivo el mundo (el otro mundo) como una histeria generalizada”


4. “Sufro la realidad como un sistema de poder”.


5. El mundo ya no resulta irreal sino disreal.






TRAJE AZUL Y CHALECO AMARILLO


1. Indumentaria (definición)


2. “Trajeándome, adorno lo que fracasará del deseo (vincular a moda).


3. Parecerse a quien ama.


4. “Quiero ser el otro, quiero que él sea yo...”


5. “La indumentaria que lo “disfraza” de enamorado lo encierra tan fuerte que...”






TEXTO COMPLEMENTARIO OBLIGATORIO


Una muy breve
HISTORIA del AMOR


Resumen de Historia de la vida privada
de Philippe Ariés y Georges Duby. Editorial Taurus ( 10 tomos )


Esclavismo machista y rechazo de la esclavitud pasional: tales eran las fronteras del amor romano en tiempos del Imperio. La pasión amorosa resultaba temible pues podía convertir al hombre libre en esclavo de una mujer, la llamará su dueña. La pasión amorosa no era , como para los modernos, un refugio de la imaginación individualista. Roma rechazaba la tradición del amor cortés de las pasiones efébicas griegas, porque veía ahí la exaltación de la pasión pura. Cuando un romano “enloquecía de amor”, sus amigos y él mismo consideraban o bien que había perdido la cabeza por una mujerzuela por exceso de sensualidad, o bien que había caído en esclavitud y con toda docilidad, como un buen esclavo, el enamorado ofrecía a su amada su propia muerte, si ella se lo ordenaba así. Los poetas eróticos no celebraban ese tipo de pasión, los cantaban como un vuelco de la “normalidad”, como una paradoja humorística.



La pareja, conyugal o no, se anima en los textos del siglo XI. No debemos concluir que comience entonces a existir, sino que en esta época se consiente en verla y escucharla, y esto es mucho más significativo. Psellos describe con obsesiva exactitud las maniobras de seducción que prepararon la unión del joven y guapo Miguel con la ya más que madura e inflamable Zoé, titular entonces de la legitimidad imperial. “El ejercitaba los ademanes de los enamorados ; tomándola en sus brazos, le dio fugaces besos, le tocó el codo y la mano, aleccionado sobre la manera de proceder por su hermano ( el eunuco Juan ), luego sus besos desembocaron en su unión y se dejaron sorprender por mucha gente durmiendo juntos en el mismo lecho.”



Hacia mediados de los años 1300 el ambiente privado es también la cuna de los sentimientos. Lo privado liga por supuesto a personas muy cercanas, cuya suerte conmoverá especialmente. Lo privado es el marco de vida y el lugar de expresión y a veces único de expresión de los sentimientos femeninos. En lo privado se constituye la familia, los sentimientos comunes refuerzan los sentimientos individuales. Un primer testimonio nos viene de la iconografía. Por primera vez en la historia italiana, la pintura religiosa, el fresco, adquiere el alcance de una escena en episodios cuyos actores (una Sagrada Familia ) expresan sentimientos profundos. Ver por ejemplo la obra de Giotto. Vivir armoniosamente en la propia familia, cosa frecuente en la época, es encontrar y mantener dentro de ella un clima de afecto más cálido que afuera.


Los moralistas se hallan convencidos de ello y se esfuerzan por señalar que cualquier forma de afecto se debe subordinar al amor conyugal. La conversación familiar, el desahogo de los corazones, el placer, los hijos, el cuidado de la casa, todo concurre a cimentar el amor de la pareja. El afecto lleva consigo su cortejo habitual de sentimientos que se expande con espontaneidad en la intimidad privada.


La alegría desbordante, el colmo de la alegría, de acuerdo con Bocaccio que la describe en numerosas ocasiones, es un acontecimiento propio de la vida privada.


La mirada amorosa y las reflexiones que de ella resultan provocan una actitud nueva ante el propio cuerpo y las propias ropas. El enamorado que se aseaba con esmero, se esmera aún más. El rey Enrique IV , entrado en años, no se cuidaba el cabello ni la barba y llevaba ropas gastadas y manchadas cuando se enamora de la joven Carlotta. De repente, empieza a peinarse, a asearse con esmero y a llevar ropas nuevas y relucientes. Todo el mundo en la corte sabe que el rey está enamorado, mucho antes de que corra el rumor.


Los efectos internos de la pasión multiplicarán las introspecciones. La presencia de la amada, su mirada, sus gestos, su sonrisa, sus palabras y sobre todo los objetos que tocan su cuerpo serán sagrados para el que ama. Los discursos amorosos se materializan en la vida íntima por medio de objetos - reliquia , la carta, la esquelita, hasta una sola palabra con la letra de la amada. La dama que recibe una carta de su amante la guarda bajo su vestido, cerca del corazón, las cartas de amor se llevan como talismanes en una bolsita de piel colgada del cuello. Los peines femeninos, las cintas, las sortijas, los brazaletes, los pañuelos, los espejos, los collares de perlas, los cinturones y las ligas son, todos, objetos de favor. El hombre enamorado da a la amada su anillo o una de sus cintas , a cambio de una cinta o un pañuelo.


La familia es jerárquica, por lo tanto descansa en la desigualdad que la mantiene y la reproduce y al tratar de mitigarla la dramatiza.. Con las mujeres hay dos posibilidades : el amor y el matrimonio. El primero está sujeto al ritmo del deseo y se desvanece cuando entra en terrenos de la amistad. El segundo es un pacto que se hace con determinados fines y sufre las repercusiones de demasiados elementos exteriores. El matrimonio no comporta el valor de la amistad. Para Montaigne , que sin duda alguna no cree en la igualdad entre los sexos, las mujeres no son aptas para la amistad, “no tienen ni la habilidad ni el alma firmes para soportar la presión de un lazo tan apretado y duradero”.



A partir de la Revolución Francesa las estrategias matrimoniales se complican. El dinero adopta diversas formas: muebles, inmuebles, negocios y esperanzas. Un hombre de edad y con dinero busca una muchacha joven y hermosa “como si fuera un rey”. Las apariencias, revalorizadas por la individualización del cuerpo, son un arma de la seducción femenina. Los hombres, sin embargo, quieren otra cosa. Ya no se contentan con la sumisión pasiva de su mujer, aspiran al consentimiento, si no a la actividad de su esposa al menos a su amor, para algunos , incluso, a la igualdad de intercambio. “Es republicana e intelectual, siente como yo sobre todo tipo de cosas y yo me siento orgulloso de sentir como ella”, dice Jules Ferry. Se aspira a la unidad de fusión de la pareja que habría de bastarse a sí misma, el marido como confidente de su mujer. En un espacio globalmente dominado por el hombre, la mujer disfruta de compensaciones propicias al consentimiento, una relativa protección, menos incriminaciones. El lujo de ostentación de las pequeñas burguesas dedicado al culto de las apariencias proporciona una longevidad más enérgica. Se trata de una sociedad preocupada por la utilidad, llena de ansiedad por sus hijos y presa de sus contradicciones . “¿Cómo resolver (se preguntaba Kant) la afirmación contradictoria del derecho personal, ya que la mujer es una persona y el derecho conyugal del amo, de esencia monárquica?. El feminismo comenzó a deslizarse por esta grieta de los derechos y los principios, del mismo modo que lo hizo también el discurso de la maternidad social desplegado por la Iglesia y el Estado. La configuración del sentimiento amoroso y las conductas que inspira revelan a la vez los sueños eróticos y las tensiones que atraviesan la sociedad.



El amor cortés y sus procedimientos de liberación, el neoplatonismo del Renacimiento y su antropología angélica, el discurso clásico sobre el huracán de las pasiones y la condena al “amor loco” por los clérigos de la Reforma católica, pesan sobre los comportamientos de los amantes del siglo XIX, lo sepan o no. La reflexión de los metafísicos sobre los estatutos del alma, la de los médicos y los psiquiatras sobre los estatutos de la pasión, la existencia de dos naturalezas sexuales, los peligros del exceso fisiológico así como también el pensamiento de los teólogos sobre la falta sexual como una de las formas del pecado, forman las conductas amorosas. Pero no deja de ser lo esencial la elaboración y luego el declive del amor romántico. Marcada con el sello de la antigua alianza con el demonio, la hija de Eva corre todo el tiempo el riesgo de precipitarse en el pecado, su misma naturaleza hace imprescindible el exorcismo. La mujer, cercana al mundo orgánico, disfruta de los secretos mecanismos de la vida y la muerte. Los novelistas, Zola, por ejemplo, asediados por el miedo a la mujer, harán deslizar este modo de mujer devoradora hasta los suburbios. Interviene entonces el código religioso.



Después de 1850, mientras diccionarios como el Larousse manifiestan fidelidad a la primacía idealista, el modelo de amor romántico comienza a disgregarse. La pérdida del amor romántico es simultánea a su difusión, a su democratización, se ha convertido en objeto de consumo, casi en mercancía.



Probablemente las cosas empiezan a cambiar en los años 1930 y s.s. Pero esta transformación es imposible de fechar, pues en un primer momento se encuentra recubierta por un discurso que continúa siendo tradicional. En el medio católico, la aparición de la “espiritualidad conyugal” constituye un punto de referencia. En un notable artículo de 1953 , Philippe Ariés señala como un hecho nuevo la valoración de todos los aspectos del amor conyugal, sobre todo del sexual - aparece la palabra - y describe que en 1948 el 12% de los estudiantes están casados, se ve en este hecho el signo de un cambio importante, pues casarse antes de labrarse una posición social es una gran novedad y los matrimonios de estudiantes son matrimonios de amor. Cambia la norma social. Las revistas femeninas dan la palabra a médicos y psicólogos que legitiman los sentimientos y vulgarizan los principales conceptos freudianos. Se piensa que los hijos, para ser bien educados, tienen necesidad no solamente del amor que les dan sus padres, sino también del que se dispensan mutuamente. Ahora, el término “pareja” es utilizado en expresiones tales como “vida en pareja”, “problemas de pareja”. De ahora en adelante el amor ocupa un lugar central en el matrimonio: es su fundamento mismo. El amor no se disocia del matrimonio y la sexualidad permanece ligada a la procreación. No porque la contracepción sea desconocida sino porque depende sobre todo de los hombres. La opinión se mostraba tolerante frente a la sexualidad extraconyugal siempre que los prometidos se amen y quieran llevar una vida en común, pero la reprobación seguía siendo fuerte respecto a las madres solteras.


Hacia 1968 las ideas feministas se extienden rápidamente. El movimiento a favor de la contracepción toma un sentido diferente, con el planeamiento familiar se desarrollan temas tales como el control del calendario de los nacimientos o el de las consecuencias nefastas de los embarazos no deseados. La liberalización de la mujer sucede a la maternidad voluntaria. Se generaliza la contracepción femenina y la sexualidad se disocia de la procreación. El matrimonio deja progresivamente de ser una institución para convertirse en una formalidad, ya no es necesario casarse para escapar al poder de los padres, tampoco es necesario hacerlo para mantener relaciones sexuales regulares con alguien del otro sexo.



En mayo de 1985, en Rajasthan, uno de los Estados de India, se celebraron 40.000 matrimonios de niños en 24 horas, se piensa allí que el amor es un sentimiento demasiado aleatorio como para ser el fundamento del matrimonio. Hoy en día, en Francia se concibe a la familia apoyada en la existencia de una pareja enamorada. La sociedad occidental es la única que corre un riesgo de esta naturaleza.


Amor y matrimonio es una asociación histórica y geográficamente circunscripta.










Aplicación conceptual

- Relacione las distintas nociones y versiones de “amor” con las acepciones del diccionario:


TEXTO COMPLEMENTARIO NO OBLIGATORIO



Amor en www.rae.es

(Del lat. amor, -ōris).

1. m. Sentimiento intenso del ser humano que, partiendo de su propia insuficiencia, necesita y busca el encuentro y unión con otro ser.


2. m. Sentimiento hacia otra persona que naturalmente nos atrae y que, procurando reciprocidad en el deseo de unión, nos completa, alegra y da energía para convivir, comunicarnos y crear.


3. m. Sentimiento de afecto, inclinación y entrega a alguien o algo.


4. m. Tendencia a la unión sexual.


5. m. Blandura, suavidad. Cuidar el jardín con amor


6. m. Persona amada. U. t. en pl. con el mismo significado que en sing. Para llevarle un don a sus amores


7. m. Esmero con que se trabaja una obra deleitándose en ella.


8. m. p. us. Apetito sexual de los animales.


9. m. ant. Voluntad, consentimiento.


10. m. ant. Convenio o ajuste.


11. m. pl. Relaciones amorosas.


12. m. pl. Objeto de cariño especial para alguien.


13. m. pl. Expresiones de amor, caricias, requiebros.



~ libre.


1. m. Relaciones sexuales no reguladas.

 ~ platónico.


1. m. amor idealizado y sin relación sexual.






~ propio.


1. m. El que alguien se profesa a sí mismo, y especialmente a su prestigio.


2. m. Afán de mejorar la propia actuación.






dar como por ~ de Dios.


1. loc. verb. desus. Dar como de gracia lo que se debe de justicia.






de mil ~es.


1. loc. adv. coloq. Con mucho gusto, de muy buena voluntad.






hacer el ~.


1. loc. verb. Enamorar, galantear.


2. loc. verb. copular (‖ unirse sexualmente).






por ~ al arte.


1. loc. adv. coloq. Gratuitamente, sin obtener recompensa por el trabajo.






por ~ de Dios.


1. expr. U. para pedir con encarecimiento o excusarse con humildad. Hágalo usted por amor de Dios Perdone usted por amor de Dios






requerir de ~es.


1. loc. verb. Cortejar, galantear.



Para la clase de Trabajos Prácticos del viernes 8 de octubre:






Estudiar:



“Los diseños del amor”
capítulo 14 de DISEÑO.COM


Textos escogidos de
Fragmentos de un discurso amoroso
de Roland Barthes
Módulo 2



TEXTO COMPLEMENTARIO OBLIGATORIO


Una breve Historia del amor
Apunte






Aplicación conceptual:



TEXTO COMPLEMENTARIO NO OBLIGATORIO


Amor en www.rae.es Apunte

jueves, 23 de septiembre de 2010

Teórico Nº 17: Femenino, masculino... una cuestión de género (segunda parte)

UBA FADU DISEÑO DE INDUMENTARIA DISEÑO TEXTIL

COMUNICACIÓN Y CRITICA SEXE
CURSO ANUAL 2010
24 de septiembre



TEÓRICO Nº 17


Femenino, masculino... una cuestión de género
(segunda parte)

Guía de lectura
“El vestido en el mundo de la comunicación masiva”
Capítulo 9 de Casos de comunicación y cosas de diseño

1. La noción de “mundo”. Relacionar con “mundo de la tintorería” en “El color y sus connotaciones” de DISEÑO.COM


2. Distinguir entre Medios de Comunicación Masiva y Medios Masivos de Difusión.


3. Cuatros medios (de la imagen): gráfica, cine, tele, internet.


4. Cuatros “momentos”: los ’20, los ’50, los ’70, los ‘2000.


5. Cruzando medios y épocas…


6. Los ’20.


7. Figura. Figurín y estatua.


8. Hombres y mujeres “por separado”.


9. Subjetividad del cuerpo: “porcelana”.


10. Seda, lana, algodón. Raso y satén.


11. Los ’50.


12. Nota de color en el diario Clarín del 31-12-50.


13. Silueta.


14. Movimiento.


15. La mujer trabaja.


16. Subjetividad del cuerpo: “cutis”.


17. Acetato. Encaje.


18. Los ‘70


19. Maniquí.


20. Sketch.


21. Subjetividad del cuerpo: “piel”


22. Poliamida. Tafeta.


23. Los ‘2000


24. Virtualidad.


25. Animación.


26. Silicona.


27. Poliéster. Microfibra.


28. (los anterior es un puteo, no son los únicos elementos)


29. Ver ítem por ítem, relacionándolos, en CUADRO página 140.


30. “Exploración de superficie”.



TEXTOS COMPLEMENTARIOS OBLIGATORIOS


Desarrollo teórico – práctico
Extraído del “Proyecto para la enseñanza de la unidad didáctica”.
Por María Laura Del Franco y Marcela Edith Gatto

FREUD – CASTRACIÓN ORIGINAL IMAGINARIA – TEORÍA FALOCÉNTRICA: TENER / NO TENER

El cuerpo “no existe”. El cuerpo marcado. El cuerpo como repertorio de significantes cuyo significado es la sexualidad. Relación de los contenidos con ejemplos de la vida cotidiana (5 minutos)

SIGNIFICANTES (FUNCIÓN FÁLICA) / SIGNIFICADO (SEXUALIDAD)
DESEO – EROTISMO – LO COMPLETO Y LA FALTA

El cuerpo femenino como el más apto para la marcación. La segunda desnudez: desnudez diseñada. La utopía de la desnudez: el cuerpo “verdadero” no existe (aquí se retoma la idea del cuerpo como repertorio de significantes). Cuerpo e intercambio simbólico (5 minutos)

CUERPO “VERDADERO” – SEGUNDA DESNUDEZ: DESNUDEZ DISEÑADA

El strip tease como celebración autoerótica: la mujer que se basta a sí misma. El buen strip tease como juego de construcción de signos. Mal strip tease y obscenidad (aquí se retoma la idea de “obscenidad” de la clase teórica del 12/09). La fascinación autoerótica: volverse falo para ser deseable. El lugar del “otro” en el strip tease. El strip tease como espectáculo de la castración: buscar “algo” y no descubrir que no hay “nada” (aquí se retoma la idea de que no existe un cuerpo “verdadero” al quedar desnudo).

STRIP TEASE: AUTOEROTISMO. BUEN Y MAL STRIP TEASE: DISCURSO / OBSENIDAD – VOLVERSE FALO: DESEO Y DESEO DEL OTRO (MIRADA)

Narcisismo dirigido. Moda y autoescritura del cuerpo. Reemplazo de la carencia básica con el propio cuerpo. El cuerpo como objeto de autoconsumo. Gestión del cuerpo en el mercado de los signos .

NARCISISMO DIRIGIDO – AUTOCONSUMO – MERCADO DE LOS SIGNOS

Se retoman aquí el concepto de castración. Salida del complejo de Edipo: Ley del padre y represión; Ley de la madre y regresión. Respuestas del sujeto: Subversión y autonomía. Manipulación incestuosa: endogamia y exogamia. El sujeto cerrado sobre sí mismo: sujeto de intercambio simbólico actual .

SUBVERSIÓN – AUTONOMÍA - EXOGAMIA – ENDOGAMIA – SUJETO CERRADO SOBRE SÍ MISMO


Nota publicada en el suplemento Psicología del diario Página/12, el 10 de septiembre de 2010.
Erotismo del velo
Por Eduardo Foulkes *


En el velo de la mujer musulmana, como en el hábito de la monja cristiana, el autor encuentra determinaciones que no corresponderían a una “sumisión religiosa”, sino a “un goce que la invocación religiosa encubre”.

De las monjas y el erotismo de su hábito, el Decamerón conserva páginas memorables. De lo que experimentan las mujeres musulmanas con su velo, sabemos menos. También ellas lo presentan como una manifestación pública de su religiosidad, pero no faltan testimonios de un goce del velo, que la invocación religiosa encubre.


La exposición del rostro sólo facilita un acceso a una identidad fisonómica, sin permitir por ello atravesar ese velamiento del sí mismo que es el rostro como máscara, cuya máxima expresión se alcanza en la sociedad victoriana, una cultura de la disimulación, la contención y la compostura de emociones y sentimientos. Este dominio, como se sabe, sólo se alcanza relativamente, pero sirve, como decía Aristóteles, para dominar a los demás. El anhelo musulmán de ocultar el rostro responde a otras premisas y tal vez no se trate tanto de esconder la identidad como de restringir al máximo la expresión pulsional.


Por eso tenemos derecho a suponer que la restricción religiosa deviene un síntoma, una formación de compromiso que incluye, en la misma prohibición, el goce de la pulsión escópica, de mirar. Es conocido el ejemplo del obsesivo que, al lavarse las manos, intenta lavar sus malos pensamientos pero, al hacerlo no deja de gozar, embadurnándose las manos con “... la caca”. Entonces, no sólo del integrismo religioso se nutren el velo o el hábito, y hay que pensar en el goce que el velo vela, pero que no logra hacer desaparecer. Ello remite al integrismo del goce y al goce del integrismo, aquí recluido en los pliegues del hábito y del velo.


¿Qué conduce a la mujer musulmana al uso del velo y a la monja al de su hábito? Para la opinión corriente, el hábito de las monjas o las prendas tradicionales de las mujeres musulmanas representan una demostración de sumisión religiosa que las obliga a ocultar su cuerpo y a veces su rostro. Pensar allí en un goce diferente que el del superyó, con su imperativo moral, se nos vuelve desatinado.


Si la pulsión y la mirada se despliegan en ese espacio del “verser vistoviendo”, en un circuito pulsional, la restricción pulsional del velamiento se nos hace evidente. El cine ha provisto de innumerables escenas eróticas de Santa Teresa gozando de su hábito. Con el velo musulmán tenemos menos imágenes eróticas y nuestra digresión, sin ser infundada, será menos generosa sobre esa relación larvada del velo con una identidad de goce. Hay un goce en la identidad que se refleja en la caracteropatía, donde se goza de la “forma de ser”, pero hay también identidades de goce, localizaciones o estaciones del goce que tienen inscripciones deletreables, y el velo es una de ellas. Gozar del roce de la tela, de sus pliegues y sinuosidades, de sus bordes y sus texturas, de su poder de evocar un paraíso capaz de conmover la fantasía del espectador.


Es lo que hace Gatian de Clérambault –único maestro en psiquiatría reconocido por J. Lacan– quien en su trabajo “La pasión erótica de las mujeres por las telas” descubre lo que es también su pasión, ciertamente, como ha sido señalado, más fetichista que la que él observa en las mujeres marroquíes que persigue estudiar: su trabajo fotográfico del velo de las mujeres musulmanas es bello y prolífico (ver ilustración).


El velo, supuesto velador del goce, se revela su objeto y se vuelve emisario de una latencia pulsional que irrumpe intempestivamente en un giro o una pose de ese cuerpo cubierto, como algo desconocido que, acechando desde una interioridad velada, reclama su goce. Interioridad extranjera, el velo, más que reprimir realiza; más que disuadir, estimula; más que unificar el cuerpo, lo fragmenta en una imagen. La diferencia cultural, antes que diferencia religiosa deviene diferencia del goce. Se impone entonces preguntarse por el lugar que ocupa el goce en la defensa a ultranza de la identidad cultural.

Decimos que el velo, el hábito o cualquier vestido religioso o ritual se hacen frontera de una identidad de goce. El que se excita eróticamente con fantasías sexuales con monjas interpreta un libreto erótico que le dicta su inconsciente. El arte de la sensualidad se desprenderá en innumerables variaciones posibles, que irán desde cambiar el color al hábito, despojarlo brutalmente o bien, en un lento trámite de detenerse en la cofia, el ruedo.


En cada elección dictada por el inconsciente hay una identidad de goce jugada, que será además foco inevitable de envidia para cualquier semejante, ya que, si tratara de imitarla se encontraría decepcionado al ver que sólo coincide en parte con su fantasía. El goce del semejante se le escapa y siempre será el que a él le falta. Hay allí una razón para la defensa de la propia identidad de goce y su prevalencia ante el goce del Otro.

Manifestación religiosa o étnica, el velo de la monja que enseña en el colegio geografía, o de la joven musulmana que va a la universidad a estudiar filología inglesa, se burlan de la polémica europea, de plena actualidad, que pretende desentrañar su significado en normativas culturales que buscan facilitar la integración. Sin desmerecer el costado multiculturalista del colectivo de las religiosas o de las musulmanas con sus prendas tradicionales, sentimos erigirse la dimensión del goce como aquello que no hay que dejar fuera de consideración cuando se discute el choque intercultural. La cultura es también, y sobre todo, una afirmación de las raíces de un goce que el otro diferente me propone cuestionar, devaluar o abandonar.


* Anticipo de un texto que se publicará en el próximo número de la revista Imago Agenda (ed. Letra Viva).

 TEXTO COMPLEMENTARIO NO OBLIGATORIO

Nota publicada en el diario La Nación, el 18 de septiembre de 2010.
Habría en la ciudad 3000 talleres clandestinos
Por Laura Reina


Lo afirman quienes denuncian el trabajo esclavo; desde Unicef piden una mayor contención

Cuando pasaron más de cuatro años del incendio en el taller de costura de Luis Viale al 1200, en el que murieron seis personas ?cuatro de ellas niños? poco parece haber cambiado. Según Gustavo Vera, referente de La Alameda, organización que denuncia el trabajo esclavo, en la ciudad quedan unos 3000 talleres clandestinos.

"El sistema sigue funcionando y está más aceitado que nunca porque el gobierno porteño disminuyó el ritmo de las inspecciones. Desde que asumió, Mauricio Macri no ha denunciado a ninguna de las grandes marcas y todos sabemos que siguen utilizando talleres clandestinos para confeccionar sus prendas", dijo Vera ante la consulta de La Nación.

Voceros de la Agencia Gubernamental de Control informaron que, desde el comienzo de 2008 hasta la actualidad, fueron clausurados unos 90 talleres y que cada año superó en clausuras al anterior; mientras que en 2008 no llegaron a cerrarse 20 talleres, en 2009 fueron más de 30 y, en lo que va de 2010, unos 40. Las fuentes explicaron que, durante este año, se concretaron más de 140 fiscalizaciones.


Según Vera, en los talleres clandestinos se trabaja entre las 7 y las 22. Allí ?dijo? los trabajadores viven encerrados para evitar llamar la atención de los vecinos.


"Hay entre 7 y 12 personas por taller, es decir, unos 30.000 trabajadores que viven en condiciones paupérrimas. Llegan engañados, les prometen buenos trabajos, les pagan pasajes y, cuando llegan a los barrios, los encierran a trabajar en el taller por muy poco dinero y hasta les exigen que les devuelvan, con trabajo, el costo del viaje", denunció Vera.

Los talleres de costura ilegales funcionan, fundamentalmente, en el sudoeste de la ciudad y han prosperado en las villas. "En la 1-11-14 y en la 20 están la mayoría, los ponen ahí porque tienen más impunidad, ya que las inspecciones no pueden realizarse nunca", dijo Vera, y agregó que, en los últimos años, surgieron muchos talleres en torno de la avenida Avellaneda, donde funciona un polo textil.


Respecto del caso de Angélica Condorí Patty, la madre que trabajaba y vivía en un taller de costura y que abandonó a su hijo en un Coto (ver aparte), la responsable del área de protección de Unicef Argentina, Gimol Pintos, opinó que a la variable pobreza en la Argentina hay que sumarle el tema de ser migrante.


"Además de la situación de precariedad laboral, los inmigrantes tienen dificultad para acceder a servicios y derechos.

Habrá muchos que dirán que la mujer incurrió en una situación de negligencia. Pero una persona que trabaja siendo explotada no está en condiciones de pedir ayuda para sí", opinó Pintos.






Para la clase de Trabajos Prácticos del viernes 1º de octubre:

Repasar:

“Femenino, masculino... una cuestión de género”
capítulo 13 de DISEÑO.COM

"El cuerpo o el osario de signos”
en El intercambio simbólico y la muerte.
Jean Baudrillard.

“Las minas de todos”
Capítulo 8 de Casos de comunicación y cosas de diseño

Estudiar:

“El vestido en el mundo de la comunicación masiva”
Capítulo 9 de Casos de comunicación y cosas de diseño


TEXTOS COMPLEMENTARIOS OBLIGATORIOS
EN APUNTES DE LOS TEÓRICOS 16 y 17.

jueves, 16 de septiembre de 2010

Teórico Nº 16: Femenino, masculino... una cuestión de género (primera parte)

UBA FADU DISEÑO DE INDUMENTARIA DISEÑO TEXTIL

COMUNICACIÓN Y CRITICA SEXE
CURSO ANUAL 2010
17 de septiembre

TEÓRICO Nº 16
Femenino, masculino... una cuestión de género
(primera parte)

Guías de lectura

DISEÑO.COM capítulo 13
"Femenino, masculino... una cuestión de género"

1. Sexo. Sexualidad. Género. Analogías y diferencias conceptuales.
2. Los conceptos de hombre y mujer en Lacan
3. El concepto de amor en Freud y Lacan
4. Lo fálico: primera definición.
5. Negación. Denegación. Renegación.
6. Falo. Fase fálica. Mujer fálica. Definiciones del “diccionario”.
7. Perspectiva falocéntrica: definición.
8. Los “cruces” entre sexo, sexualidad y género sexual: travestismo, androginia, unisex.
9. Mujer madre y mujer prostituta: espacio privado, espacio público.

"El cuerpo o el osario de signos"
en El intercambio simbólico y la muerte, Jean Baudrillard
Módulo 2

1. Osario: tumba. Osario del signo: lugar donde “yace” el signo.
2. La demarcación: el cuerpo signado.
3. El cuerpo como lugar de la demarcación.
4. Lo fálico en la mujer. El erotismo.
5. Estrategias retóricas del erotismo.
6. Strip Tease. Hipernarcisismo.
7. Narcisismo dirigido (desde los medios masivos)
8. La manipulación incestuosa en lugar de la represión. Autonomía y subversión a la ley.
9. El cuerpo “no existe”. Modelos del cuerpo.
10. El falo como referencia, unidad de “medida”, patrón de equivalencia durante la “economía del signo”.
11. El cuerpo sustituye la sexualidad.
12. La dualidad sexual. ¿Podrían ser tres, cuatro, seis sexos?
13. El sentido se escinde desde el hiato.
14. El cuerpo y su demarcación.
15. La escena actual de la erección – castración.
16. La castración está significada como en el signo lingüístico.
17. La marcación: metonimia en “efigie fálica”.
18. Lo fálico no se resume en “lo emergente”.
19. La boca que “no besa”.
20. La mirada como denegación.
21. El cuerpo como emergencia del falo: el cuerpo fetiche.
22. Cuerpo femenino: “juega” tanto para mujeres como p para hombres.
23. Cuerpo masculino: menos retórica erótica.
24. Discriminación sexual y discriminación política: el fetiche.
25. “Casi desnuda”: más desnuda que al natural.
26. Goldfinger: mujer sin poros ni orificios.
27. Desnudez segunda: desnudez diseñada.
28. Duplicación del espejo. Hipernarcisismo.
29. Strip Tease: más ataviada que vestida.
30. Desnudez y contexto.
31. El buen y el mal Strip.
32. Estrategias publicitarias: “hacete cargo de tu cuerpo”.
33. La coacción ya no es violenta ni genital.
34. La madre fálica. Identificación con el falo de la madre.
35. Las formas de lucha “in – encontradas”. (¿in – encontrables?)
36. La producción y la significación convergen. ¿Será ésta una definición más de diseño?
37. La sexualidad se funcionaliza.
38. Privilegio de la genitalidad.
39. El cuchillo no es “lo pleno” que atraviesa “lo pleno”.
40. El discurso “pleno” no es erótico.


En Casos de comunicación y cosas de diseño
Capítulo 8
“Las minas de todos”

1. Definición de “mina”, según Fernando Ulloa.
2. .Mina: mujer deseable y deseante.
3. Minas de todos: mediatización de la mina.
4. Cine. Sarli y Leblanc: modelo binario.
5. Quiebre entre “arriba” y “abajo”.
6. La “mina” de almanaque.
7. Boca cerrada: cita a Baudrillrad.
8. Tele. Imaginario de pantalla y escena teatral.
9. Otro par: Giménez y Casán. No clasista.
10. Cuerpo completo.
11. Casán: cuerpo puzzle.
12. Los ’80: Las chicas de Olmedo.
13. Tres minas: rubia. morena y pelirroja.
14. El sometimiento se transforma en fiesta.
15. El “como si” de la hipocresía machista.
16. Los ‘90. Las “chicas serias.
17. Cuerpo en body. Cita a Baudrillard.
18. 2000. La Lolita. “Lolita”. Mina muñeca.
19. Lolitas y lolitos. Cultura unisex.
20. La desnudez diseñada.


TEXTOS COMPLEMENTARIOS OBLIGATORIOS

Nota completa publicada en el suplemento LAS12 del diario Página/12, el viernes 10 de septiembre de 2010.

ENTREVISTA
Q.E.P.D.
Por Flor Monfort

La moda ha muerto, apenas la lloran las grandes marcas, demasiado preocupadas por generar estrategias que mantengan a flote sus comercios. Sus víctimas la extrañarán, dicen, aunque seguramente se acostumbren a vivir sin ese eje disciplinador que les dictaba a millones de mujeres y de hombres cómo debían verse y comportarse. Las lágrimas más copiosas son de iconos anticuados como los que habitaban aquella serie alguna vez taquillera: Sex and the city. Quien ha escrito su lápida en forma de libro, “La muerte de la moda”, Susana Saulquin, no festeja ni se lamenta. Su tarea es avizorar lo que viene, aunque no en términos de temporada.

En la década del ’60, las chicas de la facultad de Sociología estaban de parabienes: mientras se incorporaban en cantidades extraordinarias a la flamante carrera creada por el italiano Gino Germani en 1957, tenían temas a rolete para sus tesis de doctorado: la filosofía del peronismo, los cuadros de derecha en la Revolución Cubana, las tendencias políticas de la clase obrera, la estrategia militar de Mao...


Para la joven Susana Saulquin, la facultad no era su lugar en el mundo sino la usina de un malestar permanente. Malestar que tal vez sirvió de motor para desarrollar una rama de la materia nada explorada y convertirse en referente. Pero para eso tuvieron que pasar muchos años. “En la facultad me discriminaban. Primero porque estaba bien vestida. ‘Vos callate porque estás bien vestida’, pero esa afirmación me hizo entender la importancia de lo que tenés puesto. Para los que me decían esto, ‘estar bien vestida’ significaba no estar de negro como estaban todas, uniformadas por el existencialismo, que había sido dos décadas anteriores”, recuerda.


Saulquin se recibió sin saber bien dónde ubicarse y al tiempo empezó a vender ropa en su casa, con una joven Adriana Costantini desfilando entre las clientas. Cuando la gente se iba, la socióloga volcaba en un cuaderno los comportamientos de las compradoras, sus maneras de inclinarse por una prenda antes que por otra y cómo las damas de boquitas cerradas de San Isidro pichuleaban los precios y las empleadas pagaban hasta el último centavo. Pero esos cuadernos quedaban en un cajón. Muchos cuadernos después, un almuerzo la encontró con la directora de Para Ti. Corría el año ’83 y ella habló de su particular oficio privado, por lo que fue invitada a escribir una nota en la revista “femenina” par excellence. Saulquin propuso “El jogging: la revolución total”. “Cuando tuve que entregar la factura, me preguntaron ‘¿Ud qué hace?’. Yo no lo había pensado pero dije ‘hago análisis sociológico de la moda’. Cuando me subí al auto empecé a llorar y no paré hasta mi casa. Había podido unir mis dos pasiones por primera vez.”


Así empezó un camino que la posicionó como la especialista en una materia con pocos antecedentes en el mundo y la llevó a dirigir la carrera de Diseño de Indumentaria Textil de la UBA, semillero de los grandes talentos que hoy marcan el ritmo de la moda independiente local. Además, hace tendencias macrosociales viajando por el mundo y escribe libros, como el que está presentando ahora.


“Hace 20 años publiqué La historia de la moda. Jamás, ni en mis sueños más osados, pensaba que iba a escribir, dos décadas después, un libro que se llame La muerte de la moda.”

¿Qué quiere decir con ese título?
–Muerte como regeneración, nunca muerte como desaparición. Muerte para pasar a una instancia distinta: la moda se desarticula para articularse de otra manera. Lo que muere es la parte autoritaria de la moda que se rige por tendencias, pautadas por pronosticadores desde los centros que producen significado, como son las ciudades. Muere ese aspecto porque se acaban los autoritarismos en la sociedad. La moda ha sido muy autoritaria, sobre todo a partir de la sociedad industrial, pero intensificada a partir de la cultura de masas, que está entre dos atentados, el de Kennedy en el ’63 y el atentado de las Torres Gemelas. En ese lapso, la cultura de masas explotó y la moda también. Con una sociedad que va camino a la individualidad, lo que muere es ese mandato autoritario del “qué se va a usar” y se reorganiza: a lo mejor puede llamarse moda o no.

Ud. lo llama sistema de indumentaria. ¿Qué implicancias tiene?
–La moda se desarticula para articularse a partir de un sistema de la indumentaria que engloba la moda. El sistema de indumentaria va a incluir el diseño y la moda será un aspecto de ese sistema. El diseño pensado individualmente, el diseño como lo conocemos hoy: independiente o de autor.

¿La convivencia de grandes marcas y diseño de autor es una particularidad argentina?
–Sí, esto es propio de Argentina porque nosotros somos muy individualistas, nunca nos llevamos bien con la cultura de masas, como sí lo hace Brasil. Entonces en una sociedad global que va camino a la individualidad, Argentina está muy bien posicionada. Por eso fuimos nombrados capital del diseño en 2005.

¿Qué papel van a jugar los trend setters, los cool hunters y toda esa raza de pronosticadores de tendencias en el nuevo panorama?
–Empezarán a decaer, pero yo no uso esas categorías. Miro la tecnología, la arquitectura, las publicidades, Internet. Yo no manejo tanto Internet porque hay que estar horas y yo prefiero estar en la calle, pero hay mucha gente que se dedica 12 o 15 horas a la web y arma sus tendencias macro. Hace poco, estuve en Islandia y veía que eran los hombres los que cuidaban a los chicos. Esto va a traer una evolución y va a repercutir mucho en la individualidad. La mujer ya no es la muñequita con tacazos. La mujer ahora es funcional, necesita sus zapatos bajos, su comodidad. Sex and the city marcó, para cierto tipo de mujer, una tendencia fuerte, y la moda se aferró mucho a Sarah Jessica Parker.

Qué es, entre otras cosas, la antipracticidad.
–No es moderna. El sistema de la moda se agarra de eso porque vende pero no es lo que viene. Lo que viene es la funcionalidad, el diseño, la practicidad y si un día querés jugar a ponerte tacos de 10 centímetros y ser el cliché de lo híper femenino, está bien, pero lo hacés una vez y como un juego.

¿Qué cambios sociales marcan la manera en que nos vestimos?
–Los cambios climáticos, por ejemplo. La moda actual va contra la ecología, porque la moda de hoy es “usá y tira”. Pero en el futuro, se viene la compra pensada. El cambio climático nos está marcando que los lazos familiares y sociales se intensifican. Hay una vuelta a casa. Al principio de la modernidad, y esto lo dice Benjamin, las calles se iluminaron con faroles de gas para que la gente saliera a consumir. La ideología del siglo XX era la producción. Y el consumo máximo, eso de consumir y tirar, tuvo su pico en los ’90. Ahora hay un cambio muy fuerte a partir de la caída de las Torres y una necesidad de destrabar todo esto que estaba tan articulado. Esta desarticulación del capitalismo se intensificó en 2008 con la crisis económica global. Ahí es donde la gente dijo “me quedo en casa”. La ideología del siglo XXI no es la producción, es la ecología, es el cuidado de los recursos humanos y los derechos sociales, por eso se legalizó el casamiento entre personas del mismo sexo. El eje de la diversidad es muy fuerte y hay que aceptarlo. La recuperación de lo usado como se dio con Señor Amor (una colección de moda solidaria donde diseñadores como Pablo Ramírez, Martín Churba o Mariano Toledo reciclaron prendas donadas por el Ejército de Salvación). Estoy muy emocionada con ese proyecto.

¿Cómo van a hacer las grandes cadenas para subsistir en ese panorama?
-Te doy un solo ejemplo de las estrategias que ya se están poniendo en marcha: un shampoo absolutamente masivo como Sedal hizo la ficción de la separación, contrató a siete especialistas y puso al del pelo enrulado, al del pelo lacio, y así. Ahora es un shampoo individual para vos. Lo que cambia es la masividad de la moda. La tecnología permite ahora hacer diseños muy estupendos de calidad.

Pero los diseños de calidad siempre van a tener su costo, y en ese sentido la moda va a seguir discriminando.
Sí, la ropa ecobalanceada va a ser cara, pero también va a estar el trueque. Otro ejemplo es el de No Chains. Se unieron La Alameda de Buenos Aires con la cooperativa Dignidad Retorna de Bangkok, Tailandia, para terminar con los talleres esclavos. La situación de esos talleres es desesperante y No Chains recuperó trabajadores de cama caliente para vender remeras hechas por ellos. Salen 55 pesos, es decir, son algo caras pero están hechas con buen algodón, son ecológicas, y se le paga al trabajador lo que debe ser. Las marcas de acá que tenían esclavos fueron bastante escrachadas y, con el tiempo, el descrédito va a ser tan grande que no van a poder seguir con esa modalidad.

¿En los nuevos looks también se ve una aceptación de la diversidad?
–Claro. El chiste es la customización. No va a desaparecer todo porque el ser humano tiene su lado retrógrado, pero también hay que pensar el cambio que hubo de la Edad Media a la modernidad.

¿Cómo actúa la moda para regir los cuerpos, las maneras, los usos?
–La moda siempre actuó como elemento disciplinador. La modernidad era disciplina: lo vimos en The Wall, lo vimos en Tiempos Modernos, lo vimos en Metropolis. Son tres iconos del cine del siglo XX. Lograr la ilusión de progreso y felicidad a partir de la disciplina. Y la moda era un elemento disciplinador, claro. Y esa disciplina evolucionó a una sociedad de control, que es la que tenemos actualmente. Es decir que la vuelta al hogar está acompañada de un control estricto. Un control a partir de la seducción. Antes te disciplinaban (Foucault), ahora te controlan sin que vos sepas.

¿Cómo ve a la mujer posicionada en este cambio de paradigma?
–Para la mujer es muy fuerte este momento y lo que viene. Hay un triunfo de lo femenino que compromete al hombre a tener una serie de características históricamente asociadas a la mujer: la intuición, el compromiso social, la sensibilidad, etcétera. Y va a tener que tenerlas porque si no, no va a poder liderar. La mujer es la que siempre estuvo entrenada en hacer muchas cosas y estuvo tapada mucho tiempo. Y así pasó conmigo también: en los ’60 yo decía en la facultad “viene la moda como comportamiento de masas” y fui muy apartada, hoy te digo “La moda ya fue”. Hasta ahora nunca me equivoqué.


Fragmento de la nota publicada en el suplemento de The Wall Street Journal Americas de la sección Economía&Negocios del diario La Nación, el 9 de septiembre de 2010.
La nota completa en: www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1302757

La transformación de la británica Burberry comienza en las fábricas, no en las pasarelas
Por Paul Sonne


(...) Las marcas de moda más exclusivas dependen desde hace mucho de las cadenas minoristas, franquicias o a los socios que otorgan licencias para manejar gran parte de sus ventas. Pero Burberry quiere vender más mercadería de forma directa a los clientes a través de Internet y su creciente red de tiendas, que en abril incorporó a América Latina con la apertura de un local en Brasilia.
Para hacerlo, debe superar las ineficiencias propias de la industria de la moda de lujo, donde la lentitud del proceso de manufactura y el atraso en las entregas han sido la norma desde hace tiempo. (…)
El cambio hacia un modelo con un énfasis minorista es una tendencia más amplia en la industria del lujo, donde las grandes marcas han intentado adquirir un mayor control de todo el negocio, desde la pasarela hasta la caja registradora, y beneficiarse de márgenes más altos, una mayor flexibilidad y una mejor comunicación con los compradores. (...)



Nota completa publicada en infobae el 7 de septiembre de 2010.


Jean Paul Gaultier diseñó para Levi´s
El emblemático artista creó una línea exclusiva para hombre y mujer que recrean el sello distintivo de su estilo y personalidad

Jean Paul Gaultier, el genio creativo de la moda francesa, y Levi´s se unieron para crear una colección tan espectacular como iconoclasta. Se trata de una edición limitada presentada en mayo en el continente europeo y que en Argentina se venderá exclusivamente en Circle R, el icon-store de la marca en Palermo Soho a partir de Septiembre.


Levi´s® x Jean Paul Gaultier propone para las mujeres prendas con lencería vintage combinada con denim, y para a los hombres jeans y camperas adornadas con tiras y ataduras, aportando un estilo irreverente a la colección.


“Los Levi´s simbolizan para mí el sueño americano. Son un símbolo de autenticidad y creatividad que a través del tiempo no sólo no pierden clase, sino que consiguen reinventarse y mejorar”, expresó Gaultier comprometido con esta alianza explosiva que será una de las apuestas más fuertes de Levi´s® para la temporada primavera-verano 2011.

Denim, tiras y ataduras


La edición limitada de Levi´s® x Jean Paul Gaultier está compuesta por seis looks para hombres y seis para mujeres.
Para el hombre creó diferentes modelos del Levi's® 501® y la clásica campera fueron rediseñados con el estilo sofisticado y distintivo de la Maison Gaultier. Las prendas incluyen ataduras y detalles marineros, que adornan los dobladillos y los laterales a lo largo de las costuras de pantalones y bermudas. Producida en denim rígido, la famosa campera Levi's® Trucker Jacket fue reinterpretada con cortes frontales y tiras, detalles que también aparecen en una de las propuestas de jean 501®.
La línea para mujer incorpora lencería vintage combinada con denim. Maestro de la sastrería, Jean Paul Gaultier modificó el riguroso diseño de la campera Levi’s® Denim Trucker Jacket añadiéndole una estructura de sostén igualmente escultural.
Otra gran apuesta de esta edición limitada son los sostenes cónicos reforzados y envueltos con cinta diagonal color carne. Esta reminiscencia de la corsetería de la vieja escuela fue aplicada a un vestido, un enterito y un bustier, todos en denim.
El resultado de esta colección, que se completa con un original jean estilo sarouele, es atractivo y provocador, ideal para mujeres naturalmente fashionistas.



Fragmento de la nota publicada en el suplemento Moda&Belleza del diario La Nación del jueves 16 de septiembre de 2010.
La nota completa en: http://www.lanacion.com.ar/diario-de-hoy/suplementos/moda-belleza/index.asp




Susana a la moda


(…)
-Ya no usás diseñadores argentinos, comprás todo en el exterior...
-Sí, y ahora que hago cuatro programas por mes es mucho más fácil. Elijo todo yo, me encanta, lo disfruto enormemente. Es un trabajo que forma parte de mi trabajo. Y así uno va perfeccionándose, aprendiendo, descubriendo. El mundo de la moda es absolutamente fascinante.
-¿Quiénes te gustan actualmente?
-Los clásicos, obviamente, como Roberto Cavalli y Giorgio Armani. Pero estoy fascinada con los libaneses, como Georges Chakra, Elie Saab, Saiid Kobeisy y Zuhair Murad, que hacen cosas fabulosas.
(…)
-En moda, ¿qué siempre y qué nunca?
-Siempre la comodidad. Muchas veces estuve incómoda y ahora trato de evitarlo. Mil veces me han hecho gestos detrás de cámara para que casi no respirara o me pusiera derechita por un modelo demasiado ajustado que marcaba acá y allá. ¡Es inhumano! Me cansé de eso.
¿Qué nunca? Los pantalones flojos arriba del tobillo. Eso es un horror, a nadie le queda bien. Cuando veo mujeres petisas, medio gorditas, que llevan eso, me desespero. Me dan ganas de pararlas en la calle. Otra cosa espantosa es el corte princesa, ese estilo medieval que no favorece a nadie. En ese entonces se sacaban el busto y bueno, usaban el pelo recogido. Pero ahora no tiene explicación que alguien adapte eso. Ahora vinieron unos vestiditos bobos que tampoco me parecen lindos. Los combinan con zapatos pesados y quedan horribles. Pero bueno, hay que tomar de la moda lo que uno quiere.
-De lo que viene para el verano, ¿qué te gusta?
-El navy es simpático y viene muchísimo. Es la próxima tapa de mi revista. Bien pensado es muy canchero.
(…)

 Para la clase de trabajos prácticos del viernes 24 de septiembre:


Estudiar:

“Femenino, masculino... una cuestión de género”
capítulo 13 de DISEÑO.COM

"El cuerpo o el osario de signos”
en El intercambio simbólico y la muerte.
Jean Baudrillard.

“Las minas de todos”
Capítulo 8 de Casos de comunicación y cosas de diseño