lunes, 30 de abril de 2012

viernes 4 y viernes 11 de mayo



viernes 4 de mayo:
LIBRE
por fecha de EXAMEN FINAL

Para la clase de trabajos prácticos del viernes 11 de mayo:

Estudiar:

En DISEÑO.COM:
Capítulo 5: “Diseño y discurso”

En Módulo 1:
“Discursos sociales”
“El sentido como producción discursiva”
en La semiosis social, de Eliseo Verón

TEXTOS COMPLEMENTARIOS OBLIGATORIOS:
En Apunte:
“El diseño como producción de sentido”, por Néstor Sexe.
“La bemba”, por Emilio De Ípola (resumen)









martes, 24 de abril de 2012

Teórico Nº 5: "Diseño y Discurso"

27 de abril



Guía de lectura

DISEÑO.COM
Capítulo 5: “Diseño y discurso”
1. Modelo Funcionalista: “lineal”.
2. La comunicación como emisión de mensajes y como producción de sentido.
3. Instancias de emisión y de recepción.
4. Condiciones de producción y de reconocimiento.
5. Producción de sentido: producción de subjetividades.
6. Texto y discurso.
7. Semiosis y Semiosis Social.
8. Relación entre semiosis y semiosis social.
9. Semiótica Peirceana y Teoría de la Discursividad.
10. Pensamiento binario, binarismo opositivo, pensamiento triádico.
11. Modelo ternario.
12. Toda producción de sentido es social.
13. Todo fenómeno social es una producción de sentido.
14. Marca y huella.
15. Diseño y discurso. La materia significante.
16. Realidad y discurso social.
17. Lo verosímil.
18. Verosímil y verídico.
19. Contrato de veridicción.
20. La diferencia entre un diseño basura y un diseño de la basura.
21. Reciclado y revival: las diferencias como condiciones de producción y de reconocimiento de cada caso.
22. Las cuatro modalidades discursivas del reciclado.

TEXTO COMPLEMENTARIO OBLIGATORIO

El diseño como producción de sentido
Por Néstor Sexe
Vimos el concepto de semiosis como la relación triádica entre un representamen, el objeto y el interpretante. Luego, la de semiosis social como la relación entre discursos, acciones y representaciones. De ahí, podemos pensar el diseño como la relación entre lo sígnico, lo objetual y la estética. En lo sígnico incluyo aquello que es del orden comunicacional; en lo objetual, todo lo relacionado con la parte material del diseño (sustrato, color, tecnologías, etc.), por último, dentro de la estética aquello que es del orden de los imaginarios de estilos, tendencias, corrientes, moda, etc. El caso es que el diseño es un pensamiento singular que ve en el objeto lo técnico, lo comunicativo y lo estético, a la vez. Pero hay más, cualquier decisión diseñal de uno de estos aspectos se vincula siempre con los otros dos. Así, lo “comunicativo” tiene alguna implicancia técnica y estética, lo técnico incide en lo estético y lo comunicativo y, por supuesto, lo estético se vincula con lo comunicacional y técnico. Como he dicho muchas veces y se encuentra escrito por ahí: si uno de estos aspectos se constituye excluyente, estaremos en presencia de un comunicador, un técnico o un artista, pero no de un diseñador.

PRIMERIDAD             SECUNDIDAD            TERCERIDAD
REPRESENTAMEN      OBJETO                   INTERPRETANTE
DISCURSOS              ACCIONES                 REPRESENTACIONES
COMUNICACIÓN        TECNOLOGÍA             ESTÉTICA



TEXTO COMPLEMENTARIO OBLIGATORIO

La bemba
Introducción
Lo que sigue es un fragmento del capítulo “La bemba” del libro La bemba, Acerca del rumor carcelario, de Emilio de Ípola.
El 7 de abril de 1976 Emilio de Ípola fue secuestrado por un comando del Primer Cuerpo del Ejército. Veinte meses más tarde, al salir de prisión, escribió una primera versión de LA BEMBA, donde se dedicó a analizar el modo de funcionamiento de los rumores en la cárcel.


El origen de la denominación de estos discursos precarios y fragmentarios se remontan a las “radios-bembas”, informaciones que circulaban de boca en boca en Cuba antes de la revolución. En Cuba, la expresión “bemba” designa popularmente a los labios gruesos y prominentes. Por extensión, significa “rumor” o “versión”.


Transmitidas de celda en celda y de pabellón a pabellón, las bembas responden a la escasez de información y a las condiciones de reclusión padecidas por los presos políticos y comunes.

La bemba
Por Emilio De Ípola

“Para Pascua habrá 400 libertades”
“A fin de mes nos sacan los diarios”
“Van a negar pocos pedidos de salida del país”
“Hay bronca entre Massera y Videla”
“El de la 232 es tira”

Algunas bembas. Fragmentos de un discurso desarmado y precario. Frases transmitidas de celda a celda, de pabellón a pabellón, e incluso de prisión a prisión. Comentadas, elaboradas, transformadas, en los patios de recreos y visitas. Retenidas tenazmente algunas, rechazadas otras. Alimentos de la esperanza y, a veces, del miedo. Pero, por sobre todo, exorcismos contra la ignorancia, la desinformación y la incertidumbre. Los presos políticos las llamaban “bembas”. Son el tema principal de innumerables conversaciones y discusiones, son asimismo ocasiones ejemplares para ejercicio de las actitudes más opuestas: del escepticismo, tanto como de la ciega confianza; del humor, tanto como del severo análisis; del desprecio, tanto como del cálculo minucioso.


En todo caso, ningún preso político es ajeno a ellas. Ninguno ha dejado de verse atrapado en las complejas redes de esos rumores. Frases efímeras, frágiles y, sin embargo, irresistiblemente seductoras. Nadie ha dejado de “trabajar” las bembas, (de trabajar para ellas) ni, por lo tanto, someterse a sus duras exigencias. Prisioneros del Estado, los presos políticos lo son también, en parte, de esos discursos. En parte, solamente; las bembas también constituyen una forma elemental de resistencia contra la opresión carcelaria.


En este trabajo nos proponemos esbozar un primer análisis de ese fenómeno discursivo. Esto es: simplemente describir algunos aspectos de su producción, su circulación y su recepción en el interior del espacio y tiempo carcelarios.


En el caso de las bembas, circulación y producción van juntas. En su constante deambular, la beba se transforma y se matiza, se simplifica o bien se expande, de divide y bifurca, o bien se combina con otras. Dicho de otro modo, la bemba aparece como un fenómeno espectacular de “nomadismo discursivo”, cuyo tiempo de vida es exactamente equivalente a su tiempo de circulación. No hay bembas sedentarias, capaces de sobrevivir en el ámbito “inmóvil” de una memoria. A veces, para ser transmitida, una bemba debe ser escrita, pero el papel que la registra, una vez leído, es inmediatamente destruido. Como consecuencia de ello, las bembas son, para así decir discursos “desechables”; se las utiliza hasta que se gastan y jamás se las acumula. Simplemente, cuando caen en desuso –eso es, cuando no son aptas para circular- se las reemplaza por otras. Hay temas recurrentes en las bembas (por ejemplo, el de las libertades), pero sólo muy raramente bembas recurrentes. (…)


La cárcel política funciona como una máquina rigurosamente controlada y siempre perfeccionada de desinformación: Dicho en términos simples: ningún preso político sabe o, mejor ninguno debe saber lo que va a ocurrirle en el futuro inmediato. Futuro inmediato que, además, no se cuenta en semanas y días, sino en horas y en minutos. En cualquier momento puede ocurrirle cualquier cosa: ser cambiado de celda, de pabellón o de prisión, ser interrogado, castigado sin conocimiento de causa, etc. En cualquier momento su existencia puede ser imprevista y abruptamente transformada, y el abanico de posibilidades va desde la prisión hasta la muerte. (…) Es decir, el preso político no es como los otros, porque es alguien que sabe”; oscura conciencia de la íntima compenetración entre saber y poder (entre el Saber y el Poder); confesión, no me nos dura y vergonzante, de una cierta impotencia de la autoridad ante ese saber imposible de contrabalancear efectivamente y que la lógica carcelaria se contenta con tratar de neutralizar, impidiéndole ejercerse. (…)


La bemba es una información relativa, directa o indirectamente, a la situación presente o futura de los detenidos políticos, y carente de toda confirmación oficial. Este carácter incierto de las bembas es siempre explícito: en la jerga carcelaria se distingue nítidamente a la bemba de la llamada información “posta” (eso es, información verificada e indiscutible). Asimismo, desde el momento que una bemba se confirma o se desmiente, categóricamente desaparece como tal.


Para que una bemba “haga carrera”, es decir, circule, sea analizada, sopesada y, como ocurre casi siempre, transformada y reelaborada, debe reunir ciertas condiciones:

Debe ante todo parecer verosímil.

Es raro que la bemba circule entre “desconocidos”. Cuando una bemba logra atravesar los muros y llegar a otro pabellón, esto se debe a que el emisor y el receptor no son extraños el uno al otro.

En su enunciado mismo no debe aparecer ninguna huella que haga sospechar que el transmisor ocasional es la fuente originaria de la información (El “fabricante” de la bemba).

Tampoco puede adquirir el estatus de bemba una versión demasiado acompañada de garantías demasiado sólidas. La confiablidad total, tanto como el total escepticismo, son mortales para las bembas.

Hay bembas “POSITIVAS” Y BEMBAS “negativas”. Las primeras son más abundantes que las segundas. Toda bemba pesimista es contrabalanceada por una bemba optimista; en cambio, una bemba positiva no provoca necesariamente una bemba negativa. (…)

Cada versión de una bemba funciona así como una suerte de materia prima para un trabajo de reelaboración. La circulación de una bemba es siempre es siempre circulación productiva. Sin embargo, eso no es todo. También esa producción es productiva en un segundo sentido, en la medida en que obliga constantemente a recrear, a reinventar, sus propias condiciones materiales de ejercicio.

Las técnicas son variadas (dependen en gran medida de cada establecimiento penal): utilización del lenguaje de los sordomudos para comunicarse entre pabellones vecinos; empleo de las cañerías de las letrinas, previamente lavadas y desagotadas para enviar mensajes escritos; los jarros de aluminio del desayuno, utilizados como una suerte de “teléfonos”. Señalemos por último que, si bien el espacio de circulación de las bembas es fundamentalmente el medio carcelario, no se limita a él. Incluye a los allegados de los detenidos, quienes al cabo de un tiempo “entran en el juego” de su producción-circulación y de su consumo. (…)

Las bembas constituyen, por así decir, el grado cero de la resistencia interna de los presos políticos a la desinformación erigida en sistema. Que a menudo –aunque no siempre- esos discursos produzcan un simulacro, una caricatura, o una ilusión de saber, importa menos que la continua renovación de los circuitos ilegales de comunicación que la circulación de las bembas produce constantemente.

Aplicación conceptual
- Distinga las nociones de discurso, condiciones de producción y condiciones de reconocimiento, circulación, marca, huella, discurso verosímil, y discurso verídico.
- Discuta y opine sobre la noción de rumor.


Para la clase de trabajos prácticos del viernes 11 de mayo:
Estudiar:

En DISEÑO.COM:
Capítulo 5: “Diseño y discurso”

En Módulo 1
“Discursos sociales”
“El sentido como producción discursiva”
en La semiosis social, de Eliseo Verón

TEXTOS COMPLEMENTARIOS OBLIGATORIOS:
“El diseño como producción de sentido”, por Néstor Sexe.
“La bemba”, por Emilio De Ípola (resumen)





- CRONOGRAMA DEL CURSO ANUAL 2012

Se publica sólo en la versión papel, junto al apunte del Teórico Nº 5 de la clase del 27 de abril.

El próximo viernes 4 de mayo es FECHA LIBRE para el curso anual por turno de EXAMEN FINAL.

jueves, 19 de abril de 2012

Teórico Nº 4: "La semiótica"

20 de abril


Guías de lectura
DISEÑO.COM Capítulo 2 “La semiótica”
1. La reseña biográfica de Peirce con relación a su modo de pensamiento.
2. Principio del pragmatismo.
3. Deducción, inducción, abducción.
4. La abducción como “argumento originario” o “instinto de adivinar”.
5. El pensamiento triádico.
7. Primera definición de signo para Peirce.
8. Segunda definición de signo para Peirce.
9. Qué es la semiosis.
10. Representamen, Objeto, e Interpretante.
11. El Interpretante: pensamiento que interpreta. La semiosis ilimitada.
12. Otros casos de pensamiento triádico. Ejemplos.
13. Las relaciones del Representamen con el Objeto.
14. Las relaciones del Representamen con “su” Objeto.
15. Icono, Índice y Símbolo.


DISEÑO.COM Capítulo 3 “Semiologías y semióticas”
1. Otros autores de la problemática del signo.
2. Analogías y diferencias entre semiología y semiótica.

Nota: En el capitulo 3 de DISEÑO.COM hago una referencia final a cierta síntesis entre semiología y semiótica. Aclaro que se trata de una síntesis epistemológica y de ningún modo la concibo como la mezcla o transposición de términos de las dos corrientes de pensamiento. En realidad, dicha síntesis escapa a las consideraciones sobre signo que necesitamos en un curso de comunicación para diseño. Durante este curso mantendremos la semiología y la semiótica por separado.


TEXTOS COMPLEMENTARIOS OBLIGATORIOS

Peirce por Peirce
Aquí van algunos fragmentos tomados de La ciencia de la semiótica, de Charles S. Peirce. Los subtítulos Sobre índice, Sobre Símbolo y Sobre ícono son míos.
Los textos que siguen fueron transcriptos sic del original. Encontrará unas cuantas palabras con Mayúscula inicial, otras con Mayúscula inicial en itálica, otras en itálica y con minúsculas, y también algunas en “minúsculas” ente comillas. Se presentan de ese modo porque son categorías o definiciones del autor.
También, es posible que le parezca que a veces “faltan” la coma, el punto y coma, el punto, o el punto y aparte. Hallará, además, algunas palabras repetidas.
He señalado varias veces que los textos de Charles S. Peirce no sólo son profundos y complejos sino que, además, su estilo es atiborrado.

De todos modos, para no ser mezquino ni vago: “con ustedes: ¡Peirce!”.

Sobre índice
(...) Examinemos algunos ejemplos de índices.
Veo un hombre con un andar ondulado, lo cual es una probable indicación de que se trata de un marinero.
Veo un hombre de piernas algo curvadas, con pantalones de pana, polainas y chaqueta. Son probables índices de que se trata de un jinete o algo parecido.
Unos golpecitos en una puerta cerrada son un índice.
Cualquier cosa que atraiga la atención es un índice.
Cualquier cosa que nos sobresalte es un índice, en cuanto marca la articulación entre dos partes de una experiencia.
Cuando un conductor grita ¡cuidado! a un peatón para llamar su atención y hacer que se ponga a salvo, en la medida que esta palabra está destinada simplemente a actuar en el sistema nervioso del que la oye y hacer que se aparte, es un índice, porque lo que se busca es ponerlo en real conexión con el objeto que, en este caso, es su propia situación en relación con el vehículo que se aproxima.


Algunos índices son instrucciones más o menos detalladas sobre lo que el receptor debe hacer para colocarse a sí mismo en conexión directa de experiencia con la cosa significada.
Ninguna aseveración fáctica puede hacerse sin recurrir a algún signo que sirva como índice. Si A le dice a B “hay un incendio”, B preguntará “¿dónde?”, como consecuencia de lo cual A deberá forzosamente recurrir a un índice, aun cuando solo quiera referirse a algún lugar del universo real, pasado y futuro. De lo contrario, sólo habrá expresado que hay una idea tal como la del incendio, lo cual no daría ninguna información, porque, salvo que ya fuera conocida, la palabra “incendio” sería inteligible. Si la respuesta de A hubiese sido “más o menos a mil metros de acá”, la palabra “acá” es un índice, dado que tiene exactamente la misma fuerza que si hubiera señalado un punto preciso del terreno entre A y B. (...)
RELEA Y AGREGUE OTROS EJEMPLOS.


Comentario:
Debido a que el signo indicial coexiste con su objeto, resultan muy simples algunos signos tales como el piso mojado, el termómetro de mercurio o la veleta (encontrará unos cuantos ejemplos de índices en la página 49 del capítulo 2 “La semiótica” de diseño.com).
En este fragmento Peirce se refiere a palabras como “cuidado” o “acá”, que en determinado contexto funcionan como signos índices. La palabra “cuidado”, en una oración como “el cuidado de la ropa”, no es un índice, es un símbolo.

Sobre símbolo
(...) La palabra símbolo tiene tantos significados que sería dañar el lenguaje agregarle otro nuevo. No pienso que la significación que le adscribo, la de un signo convencional, o bien dependiente de un hábito (innato o adquirido), sea tanto un nuevo significado como una vuelta al significado original. Etimológicamente significaría algo arrojado conjuntamente, tal como embolum es algo arrojado dentro de una cosa. Se dice generalmente que en la palabra símbolo el arrojar conjuntamente debe ser entendido como “conjeturar”; pero, si así fuera, deberíamos hallar alguna ocasión, al menos, en la que significara conjetura, y éste es un significado que podemos buscar en vano en toda la literatura. Pero los griegos usaron “arrojar conjuntamente” (symballein) con mucha frecuencia para designar la realización de un contrato o un convenio. (...)

Cualquier palabra común, tal como “dar”, “pájaro”, “matrimonio”, puede constituir un ejemplo de símbolo. Es aplicable a cualquier cosa que pueda realizar la idea conectada con la palabra: pero en sí misma, no significa esas cosas. No nos muestra al pájaro de que se trata, no encarna delante de nuestros ojos el acto de dar o el de contraer matrimonio, pero implica que somos capaces de imaginar esas cosas y que hemos asociado las respectivas palabras con ellas. (...)
RELEA Y AGREGUE OTROS EJEMPLOS.

Sobre ícono
Un Ícono es un Representamen cuya Cualidad Representativa es una Primeridad de él en tanto Primero. Esto es, una cualidad que el ícono posee en tanto cosa lo vuelve apto para ser un Representamen. Así, cualquier cosa es apta para ser un Sustituto de otra cosa a la que es similar (1). (La concepción de “sustituto” involucra la de intencionalidad y, por lo tanto, la de Terceridad genuina). Un Representamen por Primeridad nada más solamente puede tener puede tener un Objeto similar. Un Signo por Primeridad es una imagen de su objeto y, para expresarlo más estrictamente, sólo puede ser una idea, porque debe producir una idea interpretante; y un objeto externo provoca una idea mediante una reacción sobre el cerebro. Una posibilidad singular es un ícono únicamente en virtud de su cualidad; y su objeto solamente puede ser una Primeridad. Pero un signo puede ser icónico, es decir, puede representar a su objeto predominantemente por su similaridad, con prescindencia de su modo de ser. Si fuera necesario designarlo con un sustantivo, un representamen icónico podría llamarse hipoícono (2).


Cualquier imagen material, tal como un cuadro de un pintor, es ampliamente convencional en su modo de representación; pero considerada en sí misma, sin necesidad de etiqueta o designación alguna, podría ser denominada un hipoícono (3).


Los hipoíconos pueden ser clasificados a grandes rasgos de acuerdo con el modo de Primeridad que comparten. Aquellos que comparten cualidades simples, o Primeras Primeridades, son imágenes; los que representan las relaciones primordialmente diádicas, o como consecuencia de tales, de las partes de algo por medio de relaciones análogas entre sus propias partes (4), son diagramas; aquellas que representan el carácter representativo de un representamen representando un paralelismo en alguna otra cosas, son metáforas. (5) (…)
RELEA Y AGREGUE OTROS EJEMPLOS.

Notas:
(1) Un objeto, en principio, es siempre signo de sí mismo.
(2) Dejo la denominación de hipoícono para ser fiel al texto.
En nuestro curso seguiremos refiriéndonos a este tipo de signos como íconos.
(3) Fíjese que dice “pero considerada en sí misma”: se refiere a (la) imagen y no al (el) cuadro. En su “modo de representación”un cuadro es un símbolo (es una convención) y, como “imagen en sí misma” es un ícono. Según el estilo del pintor, puede ocurrir que una parte, o la totalidad de la imagen, resulten ser un ícono-imagen, un ícono-diagrama o un ícono-metáfora.
(4) Dos ejemplos. El plano de una casa “presenta relaciones análogasentre sus propias partes”, esto es: entre plano y casa. Lo mismoocurre con la moldería de indumentaria.
Ambos ejemplos se distinguen en que un molde se presenta siempre en una escala 1:1 con la parte del vestido que representa. El último caso es válido para cualquier molde, de cualquier objeto, por definición. Sí, claro, por definición de molde.
(5) Releyendo a Peirce: “aquellas que representan el carácter representativo de un representamen representando…”. Representan – representativo – representamen - representando: es una buena “representación” del estilo de Peirce. Ya dije que su estilo es atiborrado. Igual, vale la pena leerlo.

 Aplicación conceptual
En las páginas que siguen ("las páginas que siguen" las conseguirá sólo en el local de fotocopias) encontrará una buena cantidad de casos para aplicar la definición de signo según Peirce, las relaciones entre el Representamen, el Objeto y el Interpretante y, además, desarrollar algunas semiosis ilimitadas.
En estos casos hay “de todo un poco”: historietas (viñetas), publicidades, dibujos, moldes, marcas comerciales, etc.
Encontrará isologos. Un isologo es un dispositivo (por lo general, gráfico) que combina una imagen y un texto. La palabra isologo lo indica:

ISO significa “igual, o similar” (por ejemplo, las isotermas son puntos geográficos con la misma temperatura, las isobaras son puntos geográficos con la misma presión y así podríamos seguir).
LOGO significa “tratado, regla, estudio, palabra” (por ejemplo la psicología es el estudio de la psiquis, la semiología es el estudio de los signos, etc.).

Entonces, si un isologo es más “ISO” que “LOGO” estaremos en presencia de un ícono simbólico; si un isologo es máa “LOGO” que “ISO” estaremos en presencia de un símbolo icónico.


Es posible que la imagen y el texto no se encuentren “separados”, aunque será interesante reflexionar cómo se vinculan entre si para dar un sentido determinado. También, puede ocurrir que el mismo signo sea un ícono con forma de texto o un texto tome una forma icónica.


Por lo tanto, en los casos que se presentan:

1. Encuentre y explique las relaciones del REPRESENTAMEN con el OBJETO y el INTERPREANTE según se trate de símbolos, símbolos con carga icónica, íconos, íconos con carga simbólica.

Si toma en cuenta el contexto en los cuales estos casos podrían presentarse, también encontrará para explicar:

2. Índices, índices con carga simbólica o símbolos con carga indicial.

Pero, en realidad, no hace falta que imagine contextos muy sofisticados: si señala y argumenta bien el REPRESENTAMEN, el OBJETO y el INTERPRETANTE de cada caso, podrá definir con claridad, sin dudas, qué tipo de signo se trata.


Puede ocurrir ( es posible en muchos casos) que encuentre más de un signo en cada caso. Por lo tanto:

3. Explique cada uno de esos signos y la relación que se establece entre ellos.
No se trata de acertar sino de reflexionar. Recomiendo que estudie y ejercite durante la semana para, luego, compartir y7o confrontar sus dudas y certezas en la clase de trabajos prácticos. Escuchar (oír) que “tal cosa” es un ícono, un índice o un símbolo y anotarlo es una práctica que sirve para poco y nada; basta modificar un poco el caso para “volver a empezar” en el TP1 o en el Primer Parcial.


Los conceptos no se despachan en 10-15 segundos, se elaboran.


Ya lo mencioné al principio;, encontrará casos de distinto orden, rubro (o género).

4. Tome, por lo menos, uno de cada rubro o género y desarrolle una Semiosis Ilimitada.

Ojo con los INTERPRETANTES: amor, Dios, ideología, etc. son generalizaciones que pueden ser interpretantes de una gran cantidad de signos (con estos cuatro, casi todos) Si incluye inmediatamente una generalidad, la semiosis será muy limitada y no explicará casi nada.

Una recomendación más: en un signo en el que tenga bien definidos y explicados el REPRESENTAMEN, el OBJETO y el INTERPRETANTE, intercale otros INTERPRETANTES que determinarán otros OBJETOS.
Luego sí, a partir del INTERPRETANTE superior siga desarrollando la semiosis ilimitada “hacia “arriba” hasta alcanzar un INTERPRETANTE general (que puede ser uno de los citados como ejemplo, o cualquier otro).

En la gran mayoría de los casos se puede también aplicar “Funciones de lenguaje”, “Mitologías” y “Operaciones retóricas”.
Ya veremos esos temas en las próximas clases y podremos volver a este corpus.
A modo de pizarra de bodegón.
“HOY: ¡ PEIRCE !”


Para la clase de trabajos prácticos del viernes 27 de abril:

Estudiar:
En DISEÑO.COM:
Capítulo 2 “La semiótica”
Capítulo 3 “Semiologías y semióticas”

En éste Apunte:
“Peirce por Peirce”

Realizar la Aplicación conceptual.





miércoles, 11 de abril de 2012

Teórico Nº 3: "La semiología"

13 de abril de 2012

Guía de lectura


DISEÑO.COM
Capítulo 1
“La semiología”

1. El signo: unidad mínima de significación.
2. Definición de Lengua
3. Definición de Habla
4. Definición de Lenguaje
5. La diferencia entre lengua e idioma
6. La diferencia entre lenguaje y vocabulario
7. La semiología: semeion
8. Definición de Saussure
9. El signo según Saussure: definición
10. El significado
11. El significante
12. Lo arbitrario del signo
13. Carácter lineal del significante
14. Inmutabilidad y mutabilidad: conceptos solidarios
15. El valor.
16. Paradigma y Sintagma: los dos ejes del lenguaje
17. Denotación y Connotación
18. El signo de vestimenta.
19. La diferencia entre objeto cosa y objeto lingüístico
20. El lenguaje y las ideas
21. El mito bíblico: lengua y habla en Adán.
22. ¿Tiene sentido la búsqueda de una lengua “perfecta”?
23. Babel: la confusión de lenguas, el multilingüismo
24. El lenguaje: una laberinto de símbolos
25. La bifurcación es en el tiempo: carácter lineal del significante. Mutabilidad e inmutabilidad
26. El jardín de senderos es una enorme adivinanza

TEXTOS COMPLEMENTARIOS OBLIGATORIOS

Ajedrez, por ejemplo
El que sigue es un ejemplo de Ferdinand de Saussure para lo conceptos de valor, sincronía y diacronía. Son fragmentos tomados de los capítulos “La lingüística estática y la lingüística evolutiva” e “Identidades, realidades, valores” del Curso de lingüística general.
(…) Una partida de ajedrez es como una realización artificial de lo que la lengua nos presenta bajo una forma natural.
Veámoslo de cerca.

En primer lugar, un estado de juego corresponde perfectamente a un estado de lengua. El valor respectivo de las piezas depende de su posición en el tablero; lo mismo que en la lengua cada término tiene su valor por oposición con todos los demás términos.
En segundo lugar, el sistema nunca es más que momentáneo; varía de una posición a otra. Es que los valores dependen también, y sobre todo, de una convención inmutable, la regla del juego, que existe antes del inicio de la partida y perdura tras cada jugada. Esta regla, admitida de una vez por todas, existe también en materia de lengua: son los principios constantes de la semiología.
Por último, para pasar de un equilibrio a otro, o –según nuestra terminología- de una sincronía a otra, basta el desplazamiento de una pieza; no hay trastorno general. Aquí tenemos el paralelo del hecho diacrónico con todas sus particularidades. En efecto:

a) Cada jugada de ajedrez no pone en movimiento más que una sola pieza; de igual modo, en la lengua los cambios se refieren a elementos aislados.
b) A pesar de esto, la jugada tiene una repercusión en todo el sistema; al jugador le es imposible prever exactamente los límites de ese efecto. Los cambios de valores que resulten serán, según el caso, o nulos, o muy graves, o de importancia media. Tal jugada puede revolucionar el conjunto de la partida y tener consecuencias incluso para piezas dejadas de lado. Con la lengua ocurre exactamente lo mismo.
c) El desplazamiento de una pieza es un hecho absolutamente distinto del equilibrio precedente y del equilibrio subsiguiente. El cambio operado no pertenece a ninguno de esos dos estados: pero los estados son lo único importante.

En una partida de ajedrez, cualquier posición dada tiene por carácter singular estar liberada de sus antecesores; da exactamente igual que se haya llegado a ella por una vía o por otra; el que ha seguido toda la partida no tiene la menor ventaja sobre el curioso que viene a ver el estado del juego en el momento crítico; para describir esta posición es completamente inútil recordar lo que acaba de pasar diez segundos antes. Igualmente, todo esto se aplica a la lengua y consagra la distinción radical de lo diacrónico y lo sincrónico. El habla no opera más que sobre un estado de lengua, y los cambios que suceden tras los estados no ocupan en ellos lugar alguno.


Sólo hay un punto en que la comparación no concuerda: el jugar de ajedrez tiene la intención de realizar el desplazamiento y de ejercer una acción sobre el sistema, mientras que la lengua no premedita nada; es espontánea y fortuitamente como sus piezas se desplazan –o mejor, se modifican- en ella. Para que la partida de ajedrez se parezca por entero al juego de la lengua, habría que suponer un jugador inconsciente o ininteligente. Por otra parte, está única diferencia hace más instructiva aún la comparación, mostrando la absoluta necesidad de distinguir en lingüística los dos órdenes de fenómenos: Porque si los hechos diacrónicos son irreductibles al sistema sincrónico que condicionan cuando la voluntad preside un cambio de ese género, con mayor motivo lo serán cuando enfrentan una fuerza ciega con la organización de un sistema de signos.


(…) Tomemos un caballo: ¿es en sí mismo un elemento del juego? No, con toda seguridad, porque en su materialidad pura, fuera de su casilla y de las demás condiciones del juego, no representa nada para el jugador y sólo se convierte en elemento real y concreto cuando se reviste de su valor y forma cuerpo con él. Supongamos que en el transcurso de una partida esta pieza resulta destruida o perdida: ¿se la puede reemplazar por otra equivalente? Por supuesto: no solamente por otro caballo, sino por una figura carente de todo parecido con ésta que será declarada idéntica, con tal que se le atribuya el mismo valor.

Lenguaje, del diccionario
Etimología: Del latín lingua “órgano humano para comer y pronunciar”, de donde deriva lenguaje “manera de hablar” y otros vocablos como lenguado “pez con forma de lengua”.

LENGUAJE.

• Conjunto de sonidos articulados con que el hombre manifiesta lo que piensa o siente.
• Lengua, sistema de comunicación verbal.
• Manera de expresarse. Lenguaje culto, grosero, sencillo, técnico, forense, vulgar.
• Estilo y modo de hablar y escribir de cada persona en particular.
• Uso del habla o facultad de hablar.
• Conjunto de señales que dan a entender algo. El lenguaje de los ojos, de las flores.
• Informática. Conjunto de signos y reglas que permiten la comunicación con un ordenador.
• Informática. –de alto nivel. Lenguaje que facilita la comunicación con un computador mediante signos convencionales cercanos a los de un lenguaje natural.
• Informática. –ensamblador. Lenguaje muy similar al de máquina, con pequeñas modificaciones mnemotécnicas que facilitan su uso. Es de nivel inmediatamente superior al de máquina.
• Informática. –máquina. Conjunto de instrucciones codificadas que una computadora puede interpretar y ejecutar directamente.
• Conjunto de sonidos articulados

Siguiendo a Saussure “la lengua es el lenguaje menos el habla”. La definición es precisa porque señala que si al lenguaje articulado le “quitamos” el habla que es su puesta en acto individual, nos queda la lengua -como resultado- que son las reglas, las normas, las convenciones, etc. El habla es individual y la lengua es social. Por cuestiones didácticas siempre he definido al lenguaje constituido por la lengua y el habla. Esta “solución” supone un pasaje de términos que resulta de más fácil comprensión que la formulación original de Saussure.

… con que el hombre manifiesta lo que piensa y siente.
“El hombre – ya sabemos es una generalización que se refiere a “seres humanos” o, mejor aún a sujetos. Creo que no vale la pena señalar el prejuicio sexista. . El diccionario da por supuesto que “lo que sueña” se halla dentro de “lo que piensa y siente”.

Lengua, sistema de comunicación verbal.
Aquí es dónde más cerca estamos de la definición de lenguaje según Saussure. Esta acepción responde a la noción de lenguaje que surge de la lingüística y -más precisamente- de la semiología. En efecto, “en la lengua no hay más que diferencias”, y esas diferencias son fonológicas. Dicho de otra manera: el lenguaje es un sistema porque la lengua lo es.

Manera de expresarse. Lenguaje culto, grosero, sencillo, técnico, forense, vulgar.
El estilo se encuentra inscripto en el lenguaje pero no es en sí mismo un lenguaje. Cuando no referimos al estilo de un escritor como un lenguaje, lo hacemos porque ese estilo marca una tendencia, un paradigma dentro de la literatura, o una marca de su identidad.

Conjunto de señales que dan a entender algo. El lenguaje de los ojos, de las flores.
En las conversaciones cotidianas nos referimos a ciertos repertorios o glosarios como un lenguaje. Bien, estos conjuntos de términos no son un lenguaje para la semiología porque su “razón de ser” es un conjunto de términos que –no necesariamente- se establecen por oposiciones y diferencias. Una colección no es un lenguaje. Menos aún cuando los elementos de ese repertorio no son lingüísticos, como es el caso de las flores. En cuanto al lenguaje de los ojos, yo hubiera preferido como ejemplo “el lenguaje de la mirada”; sean ojos o miradas, tampoco son lenguajes.
El color -como percepción material- tampoco se constituye en un lenguaje. Esta cuestión la encontrará ampliada en un el subtítulo “¿Semiología o semiótica del color?” del capítulo “Las connotaciones del color de diseño.com. También en una conferencia que di sobre el mismo tema en el Congreso ARGENCOLOR 2002, en la ciudad de Rosario (se encuentra en internet: www.fadu.uba.ar/sitios/sicyt/color/02pon.htm ).

Uso del habla o facultad de hablar
Nuevamente nos podemos acercar a Saussure: “el lenguaje no es natural en el hombre, lo que es natural es su capacidad de producir hechos de lengua”.. Venimos “diseñados” para el lenguaje pero no nacemos con lenguaje. Es obvio, en esta acepción han quedado excluidos los animales debido a que poseen ciertas conductas adaptativas de señales que no son un lenguaje verbal (aunque algunos respondan con determinada conducta a determinada palabra). Es cierto: “algunos perros sólo les falta hablar”. Es más, uno podría decir que “lo hacen a su manera”, pero –lamentablemente- esto no es más que una resignificación o una metáfora.

Informática. Conjunto de signos y reglas que permiten la comunicación con un ordenador.
Es interesante ver el espacio que el Diccionario de la Lengua Española (2001) adjudica a todas las acepciones que surgen de la informática.
Veamos: la comunicación con un ordenador no es tal. En todo caso, podemos decir que nos comunicamos a través de ordenadores (para nosotros “computadoras”) mediante el correo, el Chat, etc. Podríamos agregar que la PC es, sobre todo, un Medio de Comunicación. Pero cuando usamos la PC con cualquier programa “sin conexión” no nos estamos comunicando con la máquina. El hecho de que la relación se establezca a partir de un sistema de códigos complejo no significa que entre una persona y la máquina se establezca una comunicación (sería equivalente a decir que nos comunicamos con un cuaderno o una licuadora). La interfase ha hecho cada vez más íntima la relación entre el sujeto y la PC, la ha “naturalizado”. Pero, la PC sigue siendo una máquina; no es un sujeto.

El diccionario separa y aclara los distintos niveles de “lenguaje” entre el sujeto y la interfase, el “lenguaje” de los programas (cada vez más analógicas), y el “lenguaje de máquina” casi inaccesible para el usuario común. Bien, siguiendo las definiciones de Saussure no son lenguajes: son modelos de codificación.

Para la clase de trabajos prácticos del viernes 20 de abril:

Estudiar:

En DISEÑO.COM:
Prólogo, Introducción y Capítulo 1 "La semiología"

En Módulo 1:
Del Curso de lingüística general, Ferdinand de Saussure:
Cap. III: “Objeto de la lingüística”
Cap. IV: “Lingüística de la lengua y lingüística del habla”
Cap. V: “Elementos internos y elementos externos de la lengua”

TEXTOS COMPLEMENTARIOS OBLIGATORIOS:
“Ajedrez, por ejemplo”, en Apunte.
“Lenguaje del diccionario”, en Apunte
“A propósito de lengua”, en DISEÑO.COM
“A propósito de lenguaje”, en DISEÑO.COM