27 de abril
Guía de lectura
DISEÑO.COM
Capítulo 5: “Diseño y discurso”
1. Modelo Funcionalista: “lineal”.
2. La comunicación como emisión de mensajes y como producción de sentido.
3. Instancias de emisión y de recepción.
4. Condiciones de producción y de reconocimiento.
5. Producción de sentido: producción de subjetividades.
6. Texto y discurso.
7. Semiosis y Semiosis Social.
8. Relación entre semiosis y semiosis social.
9. Semiótica Peirceana y Teoría de la Discursividad.
10. Pensamiento binario, binarismo opositivo, pensamiento triádico.
11. Modelo ternario.
12. Toda producción de sentido es social.
13. Todo fenómeno social es una producción de sentido.
14. Marca y huella.
15. Diseño y discurso. La materia significante.
16. Realidad y discurso social.
17. Lo verosímil.
18. Verosímil y verídico.
19. Contrato de veridicción.
20. La diferencia entre un diseño basura y un diseño de la basura.
21. Reciclado y revival: las diferencias como condiciones de producción y de reconocimiento de cada caso.
22. Las cuatro modalidades discursivas del reciclado.
TEXTO COMPLEMENTARIO OBLIGATORIO
El diseño como producción de sentido
Por Néstor Sexe
Vimos el concepto de semiosis como la relación triádica entre un representamen, el objeto y el interpretante. Luego, la de semiosis social como la relación entre discursos, acciones y representaciones. De ahí, podemos pensar el diseño como la relación entre lo sígnico, lo objetual y la estética. En lo sígnico incluyo aquello que es del orden comunicacional; en lo objetual, todo lo relacionado con la parte material del diseño (sustrato, color, tecnologías, etc.), por último, dentro de la estética aquello que es del orden de los imaginarios de estilos, tendencias, corrientes, moda, etc. El caso es que el diseño es un pensamiento singular que ve en el objeto lo técnico, lo comunicativo y lo estético, a la vez. Pero hay más, cualquier decisión diseñal de uno de estos aspectos se vincula siempre con los otros dos. Así, lo “comunicativo” tiene alguna implicancia técnica y estética, lo técnico incide en lo estético y lo comunicativo y, por supuesto, lo estético se vincula con lo comunicacional y técnico. Como he dicho muchas veces y se encuentra escrito por ahí: si uno de estos aspectos se constituye excluyente, estaremos en presencia de un comunicador, un técnico o un artista, pero no de un diseñador.
PRIMERIDAD SECUNDIDAD TERCERIDAD
REPRESENTAMEN OBJETO INTERPRETANTE
DISCURSOS ACCIONES REPRESENTACIONES
COMUNICACIÓN TECNOLOGÍA ESTÉTICA
TEXTO COMPLEMENTARIO OBLIGATORIO
La bemba
Introducción
Lo que sigue es un fragmento del capítulo “La bemba” del libro La bemba, Acerca del rumor carcelario, de Emilio de Ípola.
El 7 de abril de 1976 Emilio de Ípola fue secuestrado por un comando del Primer Cuerpo del Ejército. Veinte meses más tarde, al salir de prisión, escribió una primera versión de LA BEMBA, donde se dedicó a analizar el modo de funcionamiento de los rumores en la cárcel.
El origen de la denominación de estos discursos precarios y fragmentarios se remontan a las “radios-bembas”, informaciones que circulaban de boca en boca en Cuba antes de la revolución. En Cuba, la expresión “bemba” designa popularmente a los labios gruesos y prominentes. Por extensión, significa “rumor” o “versión”.
Transmitidas de celda en celda y de pabellón a pabellón, las bembas responden a la escasez de información y a las condiciones de reclusión padecidas por los presos políticos y comunes.
La bemba
Por Emilio De Ípola
“Para Pascua habrá 400 libertades”
“A fin de mes nos sacan los diarios”
“Van a negar pocos pedidos de salida del país”
“Hay bronca entre Massera y Videla”
“El de la 232 es tira”
Algunas bembas. Fragmentos de un discurso desarmado y precario. Frases transmitidas de celda a celda, de pabellón a pabellón, e incluso de prisión a prisión. Comentadas, elaboradas, transformadas, en los patios de recreos y visitas. Retenidas tenazmente algunas, rechazadas otras. Alimentos de la esperanza y, a veces, del miedo. Pero, por sobre todo, exorcismos contra la ignorancia, la desinformación y la incertidumbre. Los presos políticos las llamaban “bembas”. Son el tema principal de innumerables conversaciones y discusiones, son asimismo ocasiones ejemplares para ejercicio de las actitudes más opuestas: del escepticismo, tanto como de la ciega confianza; del humor, tanto como del severo análisis; del desprecio, tanto como del cálculo minucioso.
En todo caso, ningún preso político es ajeno a ellas. Ninguno ha dejado de verse atrapado en las complejas redes de esos rumores. Frases efímeras, frágiles y, sin embargo, irresistiblemente seductoras. Nadie ha dejado de “trabajar” las bembas, (de trabajar para ellas) ni, por lo tanto, someterse a sus duras exigencias. Prisioneros del Estado, los presos políticos lo son también, en parte, de esos discursos. En parte, solamente; las bembas también constituyen una forma elemental de resistencia contra la opresión carcelaria.
En este trabajo nos proponemos esbozar un primer análisis de ese fenómeno discursivo. Esto es: simplemente describir algunos aspectos de su producción, su circulación y su recepción en el interior del espacio y tiempo carcelarios.
En el caso de las bembas, circulación y producción van juntas. En su constante deambular, la beba se transforma y se matiza, se simplifica o bien se expande, de divide y bifurca, o bien se combina con otras. Dicho de otro modo, la bemba aparece como un fenómeno espectacular de “nomadismo discursivo”, cuyo tiempo de vida es exactamente equivalente a su tiempo de circulación. No hay bembas sedentarias, capaces de sobrevivir en el ámbito “inmóvil” de una memoria. A veces, para ser transmitida, una bemba debe ser escrita, pero el papel que la registra, una vez leído, es inmediatamente destruido. Como consecuencia de ello, las bembas son, para así decir discursos “desechables”; se las utiliza hasta que se gastan y jamás se las acumula. Simplemente, cuando caen en desuso –eso es, cuando no son aptas para circular- se las reemplaza por otras. Hay temas recurrentes en las bembas (por ejemplo, el de las libertades), pero sólo muy raramente bembas recurrentes. (…)
La cárcel política funciona como una máquina rigurosamente controlada y siempre perfeccionada de desinformación: Dicho en términos simples: ningún preso político sabe o, mejor ninguno debe saber lo que va a ocurrirle en el futuro inmediato. Futuro inmediato que, además, no se cuenta en semanas y días, sino en horas y en minutos. En cualquier momento puede ocurrirle cualquier cosa: ser cambiado de celda, de pabellón o de prisión, ser interrogado, castigado sin conocimiento de causa, etc. En cualquier momento su existencia puede ser imprevista y abruptamente transformada, y el abanico de posibilidades va desde la prisión hasta la muerte. (…) Es decir, el preso político no es como los otros, porque es alguien que sabe”; oscura conciencia de la íntima compenetración entre saber y poder (entre el Saber y el Poder); confesión, no me nos dura y vergonzante, de una cierta impotencia de la autoridad ante ese saber imposible de contrabalancear efectivamente y que la lógica carcelaria se contenta con tratar de neutralizar, impidiéndole ejercerse. (…)
La bemba es una información relativa, directa o indirectamente, a la situación presente o futura de los detenidos políticos, y carente de toda confirmación oficial. Este carácter incierto de las bembas es siempre explícito: en la jerga carcelaria se distingue nítidamente a la bemba de la llamada información “posta” (eso es, información verificada e indiscutible). Asimismo, desde el momento que una bemba se confirma o se desmiente, categóricamente desaparece como tal.
Para que una bemba “haga carrera”, es decir, circule, sea analizada, sopesada y, como ocurre casi siempre, transformada y reelaborada, debe reunir ciertas condiciones:
Debe ante todo parecer verosímil.
Es raro que la bemba circule entre “desconocidos”. Cuando una bemba logra atravesar los muros y llegar a otro pabellón, esto se debe a que el emisor y el receptor no son extraños el uno al otro.
En su enunciado mismo no debe aparecer ninguna huella que haga sospechar que el transmisor ocasional es la fuente originaria de la información (El “fabricante” de la bemba).
Tampoco puede adquirir el estatus de bemba una versión demasiado acompañada de garantías demasiado sólidas. La confiablidad total, tanto como el total escepticismo, son mortales para las bembas.
Hay bembas “POSITIVAS” Y BEMBAS “negativas”. Las primeras son más abundantes que las segundas. Toda bemba pesimista es contrabalanceada por una bemba optimista; en cambio, una bemba positiva no provoca necesariamente una bemba negativa. (…)
Cada versión de una bemba funciona así como una suerte de materia prima para un trabajo de reelaboración. La circulación de una bemba es siempre es siempre circulación productiva. Sin embargo, eso no es todo. También esa producción es productiva en un segundo sentido, en la medida en que obliga constantemente a recrear, a reinventar, sus propias condiciones materiales de ejercicio.
Las técnicas son variadas (dependen en gran medida de cada establecimiento penal): utilización del lenguaje de los sordomudos para comunicarse entre pabellones vecinos; empleo de las cañerías de las letrinas, previamente lavadas y desagotadas para enviar mensajes escritos; los jarros de aluminio del desayuno, utilizados como una suerte de “teléfonos”. Señalemos por último que, si bien el espacio de circulación de las bembas es fundamentalmente el medio carcelario, no se limita a él. Incluye a los allegados de los detenidos, quienes al cabo de un tiempo “entran en el juego” de su producción-circulación y de su consumo. (…)
Las bembas constituyen, por así decir, el grado cero de la resistencia interna de los presos políticos a la desinformación erigida en sistema. Que a menudo –aunque no siempre- esos discursos produzcan un simulacro, una caricatura, o una ilusión de saber, importa menos que la continua renovación de los circuitos ilegales de comunicación que la circulación de las bembas produce constantemente.
Aplicación conceptual
- Distinga las nociones de discurso, condiciones de producción y condiciones de reconocimiento, circulación, marca, huella, discurso verosímil, y discurso verídico.
- Discuta y opine sobre la noción de rumor.
Para la clase de trabajos prácticos del viernes 11 de mayo:
Estudiar:
En DISEÑO.COM:
Capítulo 5: “Diseño y discurso”
En Módulo 1
“Discursos sociales”
“El sentido como producción discursiva”
en La semiosis social, de Eliseo Verón
TEXTOS COMPLEMENTARIOS OBLIGATORIOS:
“El diseño como producción de sentido”, por Néstor Sexe.
“La bemba”, por Emilio De Ípola (resumen)
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