UBA FADU DISEÑO DE INDUMENTARIA DISEÑO TEXTIL
COMUNICACIÓN Y CRITICA SEXE
CURSO ANUAL 2010
1º de octubre
TEÓRICO Nº 18
Los diseños del amor
Guías de lectura
“Los diseños del amor”
capítulo 14 de DISEÑO.COM
1. El amor como subjetividad
2. Subjetividades de amor.
3. Amor y comunicación.
4. Baudrillard y Barthes para ingresar al tema del amor.
5. Del amor se puede decir “todo”.
6. Un pequeño punto de la nariz.
7. Modos Comunicacionales.
8. La relaciones de comunicación.
9. El amor: lo poético.
10. El amor: homólogo, interpares, etc.
11. El amor: invención incesante en el tiempo.
12. Malentendido.
13. Bieentendido.
14. Construcción cultural
15. Discurso Amoroso: las Funciones del Lenguaje.
16. Discurso Amoroso: las Figuras del Mito.
17. La pareja: vínculo oxímoron.
18. Amor y Epistemología. Amor y Poder.
19. “Brevísima epistemología”
20. El amor funcionalista: las cuantificaciones del amor. El debe y el haber amoroso.
21. El amor estructuralista: lo vincular, el nosotros inclusivo. Estructural y Estructurado.
22. El amor como devenir: el concepto de “devenir”. El amor como constructo.
23. El Discurso Amoroso y “su” Diseño: El diseño amoroso.
24. Historia del Amor. Amor y matrimonio. Amor y pareja. Circunstancias históricas.
25. Perspectiva histórica y cultural del Romanticismo.
26. Religiosidad y Deseo.
27. El cruce en el Cuadrado Semiótico: “otros” cuatro modelos.
Fragmentos de un discurso amoroso
Roland Barthes
Módulo 2
EN LA CALMA TIERNA DE TUS BRAZOS
1. El abrazo (definición)
2. “estamos en el sueño, sin dormir”
3. “incesto prorrogado”
4. surge lo genital: la lógica del deseo
5. dos sujetos a la vez: maternidad y genitalidad.
6. La saciedad: la contracción y contradicción de los dos abrazos.
UN PEQUEÑO PUNTO DE LA NARIZ
1. Alteración (definición)
2. Una marca ligera, mas una clara marca de corrupción
3. Un punto que vincula a l otro con un mundo “simple”.
4. alteración de la imagen: vergüenza por el otro
5. la imagen mezquina
6. “una relación de calidad”
7. el lenguaje, sobre todo, por el lenguaje
8. los lenguajes que “otros” le prestan
9. deseo, respecto de un tercero (no celoso)
10. La imagen de otro es, entonces, otro, un extraño
11. El deseo “loco”
12. El reflujo de la imagen.
LOS CELOS
1. Celos (definición)
2. Los celos: discurso del Otro.
3. “no soy el único”.
4. “sufro dos veces”
5. Ser celosos es algo propio.
6. Celos: burgueses, feos, etc.
7. “sufro cuatro veces...”
“QUIERO COMPRENDER”
1. Comprender (definición)
2. ¿Qué se piensa del amor?
3. Reparar en el proverbio chino que se cita.
4. Querer comprender.
5. El grito del amor.
6. No interpretar más...
7. ¿La “ciencia de los lapsus” puede descubrirlo?
EL CUERPO DEL OTRO
1. Cuerpo (definición)
2. El cuerpo propio y el “otro cuerpo”
3. Escrutar: desarmar, investigar, etc.
4. Fetichizar
5. La fascinación: el extremo del desapego.
6. “Leer sin comprender” , la causa de mi deseo.
“ESTOY LOCO”
1. Loco (definición)
2. La “locura” de amor.
3. El amor vuelve como loco.
4. La locura, despersonalización.
5. La locura de amor: consistir.
6. Enamorado: ser asocial.
AMAR EL AMOR
1. Anulación (definición)
2. “para que traslade mi deseo”
3. “es mi deseo lo que deseo2
4. “sufro al ver al otro (que amo) así disminuido...
LA CONVERSACIÓN
1. Declaración (definición)
2. El lenguaje es una piel...
3. Doble contacto: “yo te deseo” y “acaricio”.
4. Hablar morosamente es...
5. No es posible hablar de amor, salvo...
6. Nadie tiene deseos de hablar de amor si no es por alguien.
EL MUNDO ATÓNITO
1. Desrealidad (definición)
2. “El mundo está lleno sin mí” (“en un acuario”)
3. “Vivo el mundo (el otro mundo) como una histeria generalizada”
4. “Sufro la realidad como un sistema de poder”.
5. El mundo ya no resulta irreal sino disreal.
TRAJE AZUL Y CHALECO AMARILLO
1. Indumentaria (definición)
2. “Trajeándome, adorno lo que fracasará del deseo (vincular a moda).
3. Parecerse a quien ama.
4. “Quiero ser el otro, quiero que él sea yo...”
5. “La indumentaria que lo “disfraza” de enamorado lo encierra tan fuerte que...”
TEXTO COMPLEMENTARIO OBLIGATORIO
Una muy breve
HISTORIA del AMOR
Resumen de Historia de la vida privada
de Philippe Ariés y Georges Duby. Editorial Taurus ( 10 tomos )
Esclavismo machista y rechazo de la esclavitud pasional: tales eran las fronteras del amor romano en tiempos del Imperio. La pasión amorosa resultaba temible pues podía convertir al hombre libre en esclavo de una mujer, la llamará su dueña. La pasión amorosa no era , como para los modernos, un refugio de la imaginación individualista. Roma rechazaba la tradición del amor cortés de las pasiones efébicas griegas, porque veía ahí la exaltación de la pasión pura. Cuando un romano “enloquecía de amor”, sus amigos y él mismo consideraban o bien que había perdido la cabeza por una mujerzuela por exceso de sensualidad, o bien que había caído en esclavitud y con toda docilidad, como un buen esclavo, el enamorado ofrecía a su amada su propia muerte, si ella se lo ordenaba así. Los poetas eróticos no celebraban ese tipo de pasión, los cantaban como un vuelco de la “normalidad”, como una paradoja humorística.
La pareja, conyugal o no, se anima en los textos del siglo XI. No debemos concluir que comience entonces a existir, sino que en esta época se consiente en verla y escucharla, y esto es mucho más significativo. Psellos describe con obsesiva exactitud las maniobras de seducción que prepararon la unión del joven y guapo Miguel con la ya más que madura e inflamable Zoé, titular entonces de la legitimidad imperial. “El ejercitaba los ademanes de los enamorados ; tomándola en sus brazos, le dio fugaces besos, le tocó el codo y la mano, aleccionado sobre la manera de proceder por su hermano ( el eunuco Juan ), luego sus besos desembocaron en su unión y se dejaron sorprender por mucha gente durmiendo juntos en el mismo lecho.”
Hacia mediados de los años 1300 el ambiente privado es también la cuna de los sentimientos. Lo privado liga por supuesto a personas muy cercanas, cuya suerte conmoverá especialmente. Lo privado es el marco de vida y el lugar de expresión y a veces único de expresión de los sentimientos femeninos. En lo privado se constituye la familia, los sentimientos comunes refuerzan los sentimientos individuales. Un primer testimonio nos viene de la iconografía. Por primera vez en la historia italiana, la pintura religiosa, el fresco, adquiere el alcance de una escena en episodios cuyos actores (una Sagrada Familia ) expresan sentimientos profundos. Ver por ejemplo la obra de Giotto. Vivir armoniosamente en la propia familia, cosa frecuente en la época, es encontrar y mantener dentro de ella un clima de afecto más cálido que afuera.
Los moralistas se hallan convencidos de ello y se esfuerzan por señalar que cualquier forma de afecto se debe subordinar al amor conyugal. La conversación familiar, el desahogo de los corazones, el placer, los hijos, el cuidado de la casa, todo concurre a cimentar el amor de la pareja. El afecto lleva consigo su cortejo habitual de sentimientos que se expande con espontaneidad en la intimidad privada.
La alegría desbordante, el colmo de la alegría, de acuerdo con Bocaccio que la describe en numerosas ocasiones, es un acontecimiento propio de la vida privada.
La mirada amorosa y las reflexiones que de ella resultan provocan una actitud nueva ante el propio cuerpo y las propias ropas. El enamorado que se aseaba con esmero, se esmera aún más. El rey Enrique IV , entrado en años, no se cuidaba el cabello ni la barba y llevaba ropas gastadas y manchadas cuando se enamora de la joven Carlotta. De repente, empieza a peinarse, a asearse con esmero y a llevar ropas nuevas y relucientes. Todo el mundo en la corte sabe que el rey está enamorado, mucho antes de que corra el rumor.
Los efectos internos de la pasión multiplicarán las introspecciones. La presencia de la amada, su mirada, sus gestos, su sonrisa, sus palabras y sobre todo los objetos que tocan su cuerpo serán sagrados para el que ama. Los discursos amorosos se materializan en la vida íntima por medio de objetos - reliquia , la carta, la esquelita, hasta una sola palabra con la letra de la amada. La dama que recibe una carta de su amante la guarda bajo su vestido, cerca del corazón, las cartas de amor se llevan como talismanes en una bolsita de piel colgada del cuello. Los peines femeninos, las cintas, las sortijas, los brazaletes, los pañuelos, los espejos, los collares de perlas, los cinturones y las ligas son, todos, objetos de favor. El hombre enamorado da a la amada su anillo o una de sus cintas , a cambio de una cinta o un pañuelo.
La familia es jerárquica, por lo tanto descansa en la desigualdad que la mantiene y la reproduce y al tratar de mitigarla la dramatiza.. Con las mujeres hay dos posibilidades : el amor y el matrimonio. El primero está sujeto al ritmo del deseo y se desvanece cuando entra en terrenos de la amistad. El segundo es un pacto que se hace con determinados fines y sufre las repercusiones de demasiados elementos exteriores. El matrimonio no comporta el valor de la amistad. Para Montaigne , que sin duda alguna no cree en la igualdad entre los sexos, las mujeres no son aptas para la amistad, “no tienen ni la habilidad ni el alma firmes para soportar la presión de un lazo tan apretado y duradero”.
A partir de la Revolución Francesa las estrategias matrimoniales se complican. El dinero adopta diversas formas: muebles, inmuebles, negocios y esperanzas. Un hombre de edad y con dinero busca una muchacha joven y hermosa “como si fuera un rey”. Las apariencias, revalorizadas por la individualización del cuerpo, son un arma de la seducción femenina. Los hombres, sin embargo, quieren otra cosa. Ya no se contentan con la sumisión pasiva de su mujer, aspiran al consentimiento, si no a la actividad de su esposa al menos a su amor, para algunos , incluso, a la igualdad de intercambio. “Es republicana e intelectual, siente como yo sobre todo tipo de cosas y yo me siento orgulloso de sentir como ella”, dice Jules Ferry. Se aspira a la unidad de fusión de la pareja que habría de bastarse a sí misma, el marido como confidente de su mujer. En un espacio globalmente dominado por el hombre, la mujer disfruta de compensaciones propicias al consentimiento, una relativa protección, menos incriminaciones. El lujo de ostentación de las pequeñas burguesas dedicado al culto de las apariencias proporciona una longevidad más enérgica. Se trata de una sociedad preocupada por la utilidad, llena de ansiedad por sus hijos y presa de sus contradicciones . “¿Cómo resolver (se preguntaba Kant) la afirmación contradictoria del derecho personal, ya que la mujer es una persona y el derecho conyugal del amo, de esencia monárquica?. El feminismo comenzó a deslizarse por esta grieta de los derechos y los principios, del mismo modo que lo hizo también el discurso de la maternidad social desplegado por la Iglesia y el Estado. La configuración del sentimiento amoroso y las conductas que inspira revelan a la vez los sueños eróticos y las tensiones que atraviesan la sociedad.
El amor cortés y sus procedimientos de liberación, el neoplatonismo del Renacimiento y su antropología angélica, el discurso clásico sobre el huracán de las pasiones y la condena al “amor loco” por los clérigos de la Reforma católica, pesan sobre los comportamientos de los amantes del siglo XIX, lo sepan o no. La reflexión de los metafísicos sobre los estatutos del alma, la de los médicos y los psiquiatras sobre los estatutos de la pasión, la existencia de dos naturalezas sexuales, los peligros del exceso fisiológico así como también el pensamiento de los teólogos sobre la falta sexual como una de las formas del pecado, forman las conductas amorosas. Pero no deja de ser lo esencial la elaboración y luego el declive del amor romántico. Marcada con el sello de la antigua alianza con el demonio, la hija de Eva corre todo el tiempo el riesgo de precipitarse en el pecado, su misma naturaleza hace imprescindible el exorcismo. La mujer, cercana al mundo orgánico, disfruta de los secretos mecanismos de la vida y la muerte. Los novelistas, Zola, por ejemplo, asediados por el miedo a la mujer, harán deslizar este modo de mujer devoradora hasta los suburbios. Interviene entonces el código religioso.
Después de 1850, mientras diccionarios como el Larousse manifiestan fidelidad a la primacía idealista, el modelo de amor romántico comienza a disgregarse. La pérdida del amor romántico es simultánea a su difusión, a su democratización, se ha convertido en objeto de consumo, casi en mercancía.
Probablemente las cosas empiezan a cambiar en los años 1930 y s.s. Pero esta transformación es imposible de fechar, pues en un primer momento se encuentra recubierta por un discurso que continúa siendo tradicional. En el medio católico, la aparición de la “espiritualidad conyugal” constituye un punto de referencia. En un notable artículo de 1953 , Philippe Ariés señala como un hecho nuevo la valoración de todos los aspectos del amor conyugal, sobre todo del sexual - aparece la palabra - y describe que en 1948 el 12% de los estudiantes están casados, se ve en este hecho el signo de un cambio importante, pues casarse antes de labrarse una posición social es una gran novedad y los matrimonios de estudiantes son matrimonios de amor. Cambia la norma social. Las revistas femeninas dan la palabra a médicos y psicólogos que legitiman los sentimientos y vulgarizan los principales conceptos freudianos. Se piensa que los hijos, para ser bien educados, tienen necesidad no solamente del amor que les dan sus padres, sino también del que se dispensan mutuamente. Ahora, el término “pareja” es utilizado en expresiones tales como “vida en pareja”, “problemas de pareja”. De ahora en adelante el amor ocupa un lugar central en el matrimonio: es su fundamento mismo. El amor no se disocia del matrimonio y la sexualidad permanece ligada a la procreación. No porque la contracepción sea desconocida sino porque depende sobre todo de los hombres. La opinión se mostraba tolerante frente a la sexualidad extraconyugal siempre que los prometidos se amen y quieran llevar una vida en común, pero la reprobación seguía siendo fuerte respecto a las madres solteras.
Hacia 1968 las ideas feministas se extienden rápidamente. El movimiento a favor de la contracepción toma un sentido diferente, con el planeamiento familiar se desarrollan temas tales como el control del calendario de los nacimientos o el de las consecuencias nefastas de los embarazos no deseados. La liberalización de la mujer sucede a la maternidad voluntaria. Se generaliza la contracepción femenina y la sexualidad se disocia de la procreación. El matrimonio deja progresivamente de ser una institución para convertirse en una formalidad, ya no es necesario casarse para escapar al poder de los padres, tampoco es necesario hacerlo para mantener relaciones sexuales regulares con alguien del otro sexo.
En mayo de 1985, en Rajasthan, uno de los Estados de India, se celebraron 40.000 matrimonios de niños en 24 horas, se piensa allí que el amor es un sentimiento demasiado aleatorio como para ser el fundamento del matrimonio. Hoy en día, en Francia se concibe a la familia apoyada en la existencia de una pareja enamorada. La sociedad occidental es la única que corre un riesgo de esta naturaleza.
Amor y matrimonio es una asociación histórica y geográficamente circunscripta.
Aplicación conceptual
- Relacione las distintas nociones y versiones de “amor” con las acepciones del diccionario:
TEXTO COMPLEMENTARIO NO OBLIGATORIO
Amor en www.rae.es
(Del lat. amor, -ōris).
1. m. Sentimiento intenso del ser humano que, partiendo de su propia insuficiencia, necesita y busca el encuentro y unión con otro ser.
2. m. Sentimiento hacia otra persona que naturalmente nos atrae y que, procurando reciprocidad en el deseo de unión, nos completa, alegra y da energía para convivir, comunicarnos y crear.
3. m. Sentimiento de afecto, inclinación y entrega a alguien o algo.
4. m. Tendencia a la unión sexual.
5. m. Blandura, suavidad. Cuidar el jardín con amor
6. m. Persona amada. U. t. en pl. con el mismo significado que en sing. Para llevarle un don a sus amores
7. m. Esmero con que se trabaja una obra deleitándose en ella.
8. m. p. us. Apetito sexual de los animales.
9. m. ant. Voluntad, consentimiento.
10. m. ant. Convenio o ajuste.
11. m. pl. Relaciones amorosas.
12. m. pl. Objeto de cariño especial para alguien.
13. m. pl. Expresiones de amor, caricias, requiebros.
~ libre.
1. m. Relaciones sexuales no reguladas.
~ platónico.
1. m. amor idealizado y sin relación sexual.
~ propio.
1. m. El que alguien se profesa a sí mismo, y especialmente a su prestigio.
2. m. Afán de mejorar la propia actuación.
dar como por ~ de Dios.
1. loc. verb. desus. Dar como de gracia lo que se debe de justicia.
de mil ~es.
1. loc. adv. coloq. Con mucho gusto, de muy buena voluntad.
hacer el ~.
1. loc. verb. Enamorar, galantear.
2. loc. verb. copular (‖ unirse sexualmente).
por ~ al arte.
1. loc. adv. coloq. Gratuitamente, sin obtener recompensa por el trabajo.
por ~ de Dios.
1. expr. U. para pedir con encarecimiento o excusarse con humildad. Hágalo usted por amor de Dios Perdone usted por amor de Dios
requerir de ~es.
1. loc. verb. Cortejar, galantear.
Para la clase de Trabajos Prácticos del viernes 8 de octubre:
Estudiar:
“Los diseños del amor”
capítulo 14 de DISEÑO.COM
Textos escogidos de
Fragmentos de un discurso amoroso
de Roland Barthes
Módulo 2
TEXTO COMPLEMENTARIO OBLIGATORIO
Una breve Historia del amor
Apunte
Aplicación conceptual:
TEXTO COMPLEMENTARIO NO OBLIGATORIO
Amor en www.rae.es Apunte
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